Por: Claudio Zin
No crea usted que todo lo puede y que si el “YO” se lo propone (es decir, “si quiere”) evitará casi todas las enfermedades prevenibles. Lamentablemente no funciona la biología de este modo.
En el mejor de los casos, usted podrá evitar un tercio de los cánceres conocidos cambiando hábitos y portándose RE bien, claro que no es poco.
El resto de los tumores malignos que hoy conocemos tienen causas vinculadas con la genética del tumor, con su herencia personal y con otras variables no bien comprendidas aún.
De todas maneras y volviendo a lo que usted puede hacer, sepa que cada elección hacia lo saludable aleja la posibilidad de padecer cáncer, por ejemplo:
1) DEJAR DE FUMAR: Doctor, ¿siempre la misma historia? Cierto, siempre la misma historia, pero es que ustedes, señora/señor, ¡siguen fumando!
En nuestro país mueren 40 mil personas por año debido al hábito del tabaco por cáncer de pulmón y otros vinculados con el mismo y cerca de otros mil por ser fumadores pasivos. Es decir, vivir con alguien que fuma o frecuentar lugares donde hay mucha gente que fuma y salir con la ropa impregnada con olor a tabaco o el pelo con el mismo desagradable olor, un par de veces por semana.
2) NO AUMENTE DE PESO, ya se lo dije y usted no hace caso. En Argentina la obesidad ya es un problema de salud pública relevante.
La obesidad es la culpable del 14% de las muertes por cáncer, y del 3% de nuevos casos de tumores cada año. En noviembre del año 2007 el American Institute for Cancer Research, publicó un trabajo hecho por expertos acerca de los cánceres relacionados con el exceso de peso, con valor estadístico, es decir, relevantemente relacionados, y ellos fueron: de esófago, páncreas ( de los más complicados y con menos chances de tratamiento), vesícula, mama, útero y riñones.
3) ¡MUEVA LOS PIES! Si los mueve 30 minutos por día, no tendrá una tabla de lavar en los abdominales casi seguro, pero disminuirá (cortará) en un 30 a 50% la posibilidad de sufrir los cánceres más comunes.
No importa el tipo de ejercicio, en qué momento del día lo practica o dónde lo hace, lo importante es que lo haga, SÓLO HÁGALO.
Hacer regularmente ejercicio, perder peso y comer frutas y verduras, es el equivalente a dejar de fumar, en cuanto a la prevención del cáncer.
4) ¡A COMER! Mucho tomate, sandía y melón, disminuyen la posibilidad de cáncer de próstata (mucho sexo también). Mucha comida que provenga de plantas y granos enteros no almidonosas (arroz), hasta llenar un tercio de su plato. El otro tercio, carnes magras, especialmente pescados. El último tercio de su plato, productos de la leche y derivados magros, claro.
5) TOMAR ALGO MENOS, POR FAVOR. El alcohol es un arma de doble filo, un poco es muy bueno -especialmente el vino- para su corazón y arterias, y mucho es muy malo porque puede disparar un cáncer. En particular de boca, garganta, esófago, hígado, páncreas y otros. Una copa por día para las mujeres y dos para los hombres es el límite. ¡Usted sabrá!
6) SACÚDASE EL ESTRÉS DE ENCIMA. Nadie sabe muy bien si el estrés es un disparador de cáncer o no, pero lo que sí sabemos muy bien es que estar estresado implica: comer más, tomar más, caminar menos, fumar, entre otras conductas de riesgo conocido. Por ende, a través de… aumenta el riesgo.
7) HÁGASE CHEQUEOS PERIÓDICOS. En verdad los controles médicos periódicos no evitan la aparición del cáncer por sí mismos, lo que sí logran es la detección precoz (mamografías, PSA, para cáncer de próstata, etc.) y la posible curación definitiva, o eventualmente poner de manifiesto lesiones precancerosas (pólipos de intestino en una videocolonoscopía) y tratarlas. Pero en verdad cuando llegamos a esto el “genio” canceroso está dando vueltas por nuestro cuerpo. Desde ya que hay que hacer controles de este tipo periódicamente, de acuerdo con las indicaciones de su médico, pero no crea que evitará tener cáncer con estas medidas.
8) DESCUBRA SUS RAÍCES. En la próxima reunión familiar, o vía computadora, como le quede más cómodo, trate de reconstruir su historia familiar de enfermedades. ¡Qué divertido, Doc! Sé que no lo es, pero para los médicos es indispensable saber qué pasó con sus ancestros y sus enfermedades. ¡No discuta!
9) ¿HAY PASTILLA PARA PREVENIR? No, no la hay. En este caso, la cultura de la pastilla no funcionó. Es probable que en el futuro se pueda demostrar que bajas dosis de aspirina por día podrían evitar un cáncer. Hoy no lo sabemos. Lo siento.