Cómo transfiere riqueza la caída del precio del petróleo

Darío Epstein

La caída en el precio del petróleo a sus mínimos de 5 años y retrotrayéndose a una época a la cual nadie quisiera regresar, julio del año 2008, impactará en forma selectiva en las empresas, en función de si son productoras o si el petróleo representa un insumo en su estructura de costos de producción.

Entre las distintas economías mundiales, el impacto pasa básicamente por saber si son productoras de petróleo y exportadoras netas, o bien economías importadoras netas de commodities energéticos.

Las empresas del sector de petróleo han sido de las más afectadas este año, cayendo en EE.UU. un 13%, contra una suba del 13% en el índice S&P 500. Algún sector evidentemente se está beneficiando de esta coyuntura. 

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Las empresas de salud figuran como empresas con subas anormales, al igual que las empresas financieras, y las tecnológicas.

Viendo a corto plazo y en los próximos meses, detectamos que las acciones que podrían resultar ganadoras de los sectores afectados positivamente por la baja del precio del petróleo serían las aerolíneas, las empresas de esparcimiento (juego y casinos, turismo, hoteles) y empresas de viajes. También se seguirán beneficiando las empresas de consumo discrecional, más aún en medio de la temporada de compras navideñas.

Entre las acciones perdedoras seguiremos mencionando a las empresas de extracción de petróleo y gas, aunque allí las empresas orientadas al shale oil y a la exploración en alta mar resultarían las más afectadas. Las empresas que provean insumos a esa industria a nivel general también: caños sin costura para hundir en los pozos o bien minerales necesarios para la extracción del shale oil o prestadoras de servicios para esas industrias como los son las gigantes Haliburton, Baker Hughes o Schlumberger, o bien empresas más chicas de servicios directos a esta importantes industria (catering, traslados, etc.).

La baja en el precio del petróleo representa más dinero de los norteamericanos en sus bolsillos.

De hecho, una de las variables claves para poder predecir el poder de compra en estas próximas festividades navideñas es el precio de la nafta, que ha bajado significativamente este año.

Esta es la evolución del precio de la nafta promedio en EE.UU. (año 2014). Cayó 14% en el año y 21% desde su máximo de hace tan solo unos meses atrás.

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Es el equivalente a un gran recorte de impuestos: ¿qué haría Ud. si es dinero caído del cielo? Lo consumiría.

Mientras las empresas de petróleo caen, el 80% del S&P 500 se ve beneficiado.

Según CNBC.com, la transferencia de riqueza cada vez que el precio del barril de WTI cae unos USD 10, es de USD 330.000 M que pasan de mano de un lado a otro. Es decir, un 0.4% de la riqueza mundial que se genera año tras año pasa esencialmente de los países exportadores de petróleo a aquellos importadores. Todo a través de menores ingresos de las empresas petroleras, (estatales o privadas) y otorgando un gran empuje a aquellas empresas petróleo intensivas o a todas las economías, ya que los menores precios del petróleo se trasladan en el precio de cualquier producto que tengan en su estructura de costos los gastos de transporte incluidos. Es decir todos, aunque en menor o mayor proporción.

Si bien las primeras cifras de la temporada de compras no han sido auspiciosas, el optimismo se ha renovado para el consumidor norteamericano y en varios lugares del mundo. A modo de ejemplo, en la Unión Europea la caída en el precio del petróleo alcanzó 17% este año. Mucho dinero que será, en parte, consumido en la segunda economía mundial.

En EE.UU., una encuesta mostró esta semana que se gastarían USD 765 en compras navideñas, un 12% de incremento año contra año y un 6.5% superior al promedio de 9 años de la historia de estas encuestas.

Si el precio del petróleo sigue bajando (Morgan Stanley estimó USD 43 el barril de WTI al final del primer semestre de 2015), será una buena noticia para el crecimiento mundial, ya que al bajar combustibles aumenta el consumo en otros bienes. Impacta especialmente bien en los países que trasladan rápidamente el costo del barril al surtidor de nafta. Pero también impacta positivamente en la balanza comercial de los países importadores. Los consumidores, las industrias demandantes de petróleo y las economías importadoras de petróleo le dan la bienvenida a esta abrupta baja del petróleo y el cambio en el mapa de riqueza que está por venir.

Equivale a una baja en los impuestos desde el punto de vista económico siempre y cuando la baja del petróleo se traduzca en una baja de las naftas en el surtidor, tal como se verifica en los últimos años en las economías más serias, en especial en EE.UU. Parte de este beneficio y mayor actividad esperada que resulte pueda ir a los gobiernos, el efecto global general será la de impulsar el consumo y la producción, si se verifican los menores costos de energía en forma directa y de transporte.

¿Lo mejor está por venir? Sería demasiado optimista pensar de esa manera, dada la desaceleración de China y los nuevos miedos en torno a Grecia y otros factores a seguir de cerca como la posible deflación en Europa.