Por: Fabio Ferrer
El viernes 1º de noviembre la sala 4ª de la Cámara Federal de Casación Penal disparó un misil que dio en la línea de flotación de la esperanza que tenía el vicepresidente Amado Boudou de salir indemne del caso Ciccone. El fallo en cuestión rechazó las nulidades planteadas por Alejandro Paul Vandenbroele. El máximo tribunal penal convalidó de esta manera la declaración testimonial de Laura Muñoz -ex de Vandenbroele- y el allanamiento al domicilio de la mujer. Además descartó que la investigación se haya iniciado por las manifestaciones que hizo Muñoz.
Este fallo tiene una trascendencia relevante para la causa: les deja vía libre al juez Ariel Lijo y al fiscal Jorge Di Lello para que continúen con la investigación en la que Amado Boudou está imputado por negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito.
Ante esta circunstancia vale la pena repasar algunos de los párrafos destacados del fallo para entender la importancia que tiene y tratar de avizorar lo que se viene.
En su voto el camarista Juan Carlos Gemignani se pregunta “¿ha sido la declaración de Laura Muñoz la razón de la decisión estatal de investigar los hechos?” y de inmediato responde de manera contundente: “las pretensiones defensistas deben ser inicialmente, pero de manera definitiva, descalificadas. Si bien es cierto que las declaraciones públicas de la Sra. Muñoz otorgaron a la investigación una significación especial, no fueron ellas las que determinaron el impulso fiscal de la presente causa”. Y agrega que la causa “tuvo su formal inicio en las denuncias de los Sres. Jorge L. Vitale y Ricardo Monner Sans, así como en una cantidad de información periodística que daba cuenta de los hechos que aquí se investigan, la que databa de más de un año de antelación a las expresiones de la Sra. Muñoz”.
La defensa de Vandenbroele había planteado la nulidad de la declaración testimonial de Laura Muñoz basándose en los arts. 178 y 242 del Código Procesal Penal de la Nación. El primero prohíbe denunciar al cónyuge salvo que el delito sea cometido en perjuicio del denunciante, y el segundo establece que no podrá testificar en contra del imputado su cónyuge a menos que el delito sea ejecutado en contra del testigo. Ambas disposiciones tienen su fundamento en la protección del vínculo familiar que en este caso se coloca por encima de la investigación penal. Este planteo también fue rechazado por la Casación con un argumento demoledor “para que la familia signifique valor supremo a la investigación penal, deberán verificarse efectivas relaciones de familia, esto es, relaciones de mutuo respeto y cuidado entre los cónyuges del concreto caso analizado”.
Sobre esto, teniendo en cuenta que la pareja está separada, agrega “no ha existido en la relación entre la testigo y el Sr. Alejandro Vandenbroele ninguna ‘familia’ que proteger, y por ello, la pretensión nulificante debe ser rechazada”.
Vale recordar que, consultada sobre si conoce la relación entre Vandenbroele, Boudou y Núñez Carmona, en su declaración Muñoz manifiesta “lo que él (Vandenbroele) me dijo es que ellos necesitaban un abogado de confianza. Que Boudou les daba los negocios y Núñez Carmona era una especie de emisario, así que todo lo que él hiciera tenía que hablarlo con Nuñez Carmona”.
La ex mujer de Vandenbroele también afirma que declara porque siente miedo por las continuas amenazas de su ex marido. Sobre este tema uno de los jueces de Casación señala la necesidad de “poner especialmente de resalto la seriedad, gravedad y verosimilitud de las amenazas y agresiones que la Sra. Laura Muñoz estaba recibiendo de parte del Sr. Alejandro Vandenbroele.” Y para que no queden dudas respecto de las agresiones y amenazas que venía sufriendo Muñoz y de quienes podían estar detrás de ellas, uno de los camaristas destaca “además de la gravedad, seriedad y contundencia de las mismas, resulta trascendente que uno de los integrantes del grupo al que la testigo asocia a la actividad de su marido era, a la época de las declaraciones, el vicepresidente de la Nación”. Por tal motivo solicita al juez Lijo que “arbitre los medios necesarios para brindar a la testigo y a sus hijos máxima seguridad”.
Como dije al comienzo de este artículo, el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal es de vital trascendencia para la causa ya que avala las pruebas colectadas hasta el momento (incluída la declaración testimonial de la mujer de Vandenbroele) y deja el camino limpio para que el juez Lijo y el fiscal Di Lello sigan investigando una trama que puede llevarlos hasta nada más y nada menos que el vicepresidente de la Nación, hoy a cargo del Poder Ejecutivo, Amado Boudou.
Esto recién empieza.