Por: Fabio Ferrer
El juez federal Ariel Lijo citó a indagatoria al vicepresidente Amado Boudou, imputado por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública en el marco de la causa que investiga el caso Ciccone.
En su resolución, el magistrado cuenta cómo cree él que fue la maniobra de la que se lo acusa a Boudou y compañía.
Según dice Lijo en su escrito, el vicepresidente “junto a José María Nuñez Carmona, habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era Ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y Alejandro Vandenbroele, con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial.”
Para concretar la operación, cada uno tenía un rol: Boudou habría aportado su condición de funcionario público y Nuñez Carmona habría hecho lo que no podía hacer Boudou por su cargo. Como el entonces ministro de Economía no podía ser dueño del monopolio de la fabricación de billetes y Nuñez Carmona tampoco porque es de conocimiento público su relación con Boudou, entonces convocan a Vanderbroele, quien ya actuaba como representante de The Old Fund.
Adquirida Ciccone, comenzó el salvataje de la empresa, la segunda parte de la estrategia de Boudou para llegar al objetivo final que era, según Lijo, “la contratación con el Estado Nacional para la impresión de billetes de curso legal.”
Una vez que Boudou preste declaración indagatoria, el juez tiene 10 días para decidir su situación procesal. Lijo puede sobreseerlo, dictar la falta de mérito o procesarlo. En Comodoro Py, fuentes ligadas a la causa, dicen que, salvo que la defensa de Boudou saque un conejo de la galera, las pruebas colectadas hasta el momento dejan al vicepresidente a las puertas del procesamiento.
Esta decisión del magistrado dispararía una tormenta de consecuencias impredecibles dentro del gobierno. Vale recordar que el 24 de junio de 2011, en un acto en Olivos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner postuló como su compañero de fórmula de cara a las elecciones de octubre de aquel año, a Amado Boudou. En ese momento dijo que escogió al entonces ministro de Economía por “su calidad humana y lealtad al proyecto.”
¿Podía desconocer la Presidenta lo que hacía Boudou? ¿El actual vicepresidente intervino para adquirir Ciccone con la finalidad de realizar un negocio millonario como es imprimir billetes y documentación oficial sin consultar a la autoridad máxima del país?
Para preservar la salud institucional de la República alguien del gobierno debería contestar estas y otras preguntas, porque a Boudou lo eligió Cristina