Hace 3 semanas, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, decretó la emergencia en seguridad. En esa oportunidad anunció, entre otras medidas, una inversión extra de 600 millones de pesos y la incorporación de 5000 efectivos retirados. Analizando las medidas anunciadas señalámos que esos números, que en un primer momento aparecen como impactantes, dada la extensión del territorio de la provincia y su población, resultan realmente escasos.
El monto extra representa solo el 4% de aumento respecto del total de lo presupuestado para el 2014 en seguridad y en lo referente al personal, aún si se reincorporaran los 5000 efectivos, el efecto real sería de solo 1.2 policías más por turno por comisaría. Hasta el momento, solo se tienen noticias de la reincorporación de 300 agentes.
Señalamos, como un ejemplo dramático, lo que ocurre en Vicente López, donde los efectivos disminuyeron sustancialmente en los últimos años. Hoy solo cuenta con 135 policías efectivos para cuidar a casi 280.000 habitantes. Ocho policías por comisaría por turno. Si bien el municipio en estos últimos años elevó el presupuesto del 2 al 10% e incorporó más cámaras y móviles con personal municipal, la falta de policías con poder de fuego real tiene a los vecinos en un permanente estado de alerta por miedo a ser víctimas de delitos.
El asesinato reciente de José Sangregorio en Villa Adelina no es un hecho aislado sino que es consecuencia directa de la falta de policías en el Partido de Vicente López. Por más disquisiciones sobre reformas y códigos, esa es la única certeza.