En el día de ayer me presenté espontáneamente con la documentación probatoria correspondiente ante el Juzgado de Comodoro Py, donde está radicada la denuncia que Julio Raffo presentó en mi contra, por un supuesto enriquecimiento ilícito como funcionario público; denuncia que se difundió en los medios electrónicos Infobae, La Política Online, Infonews y Noticias Urbanas. Los documentos presentados (en especial la escritura de la propiedad) prueban que se trata de una calumnia sin fundamentos: en julio de 2008 compré un monoambiente en construcción, en cuotas, que terminé de pagar en octubre de 2009. En la escritura, asentada en el Registro Nacional de la Propiedad, se señala que (la parte vendedora) “…cedió los derechos sobre la unidad objeto de la presente a favor de Juan Pablo Olsson Riet, mediante instrumento privado de fecha 22 de octubre de 2009.”
Se prueba así que terminé de pagar el departamento meses antes de mi ingreso como asesor en la Cámara de Diputados de la Nación en diciembre del 2009. Dado que el edificio estaba en construcción y faltaban finalizar obras, la escritura recién se firmó el 22 de marzo del 2011. En dicha escritura figuran con toda claridad las fechas de los pagos correspondientes. Llama la atención la ineptitud profesional del abogado Raffo por su dificultad de comprensión del texto de un documento público y que haya hecho una denuncia tan grave pasando por alto estos datos. En su accionar, muestra una clara intención de manchar mi nombre, el de los referentes Pino Solanas y Alcira Argumedo, y el del propio Partido Proyecto Sur. Lo grave e irresponsable de su actitud es que implica un sabotaje a la candidatura presidencial Pino 2015, en la que está trabajando toda la militancia nacional, y ante la cual Julio Raffo y su grupo se han manifestado decididamente en contra.
Ninguna fuerza política está exenta de contar entre sus miembros con personas capaces de vender su dignidad por arreglos espurios, traicionando las decisiones colectivas y los principios que deben regir las conductas transparentes de sus cuadros y militantes. Lo negativo de estas calumnias es que perjudican a todos los que intentamos aportar en la construcción de un proyecto político sustentado en la honestidad personal y en la ética pública.
Agradezco profundamente todas las expresiones de confianza y solidaridad que he recibido en estos días a partir de que se difundiera esta calumnia. Era mi deber dar cuenta de mi conducta ante cualquier duda que se haya generado. Espero que este accionar irracional no quede impune.