Por: Leandro Gabin
¿Por qué hace lo que hace? “Y…por qué va a ser. Está loco. Otra no queda. Te llama. Pero no escucha, sólo te grita“. Así responde un importante ejecutivo de la city porteña al cual Guillermo Moreno suele “torturar” telefónicamente cuando quiere que baje el dólar blue. Cuenta el financista cómo comenzó la extraña relación: “La primera vez que me llamó lo atendí. Cómo no lo iba a hacer. Moreno es un secretario de Estado. Pero cuando me di cuenta que no podía intercambiar ideas y sólo eran órdenes impartidas en medio de gritos, me quedó claro lo que terminaría siendo”.
Este hombre de negocios, que obviamente pidió mantener el anonimato, siguió atendiendo los pedidos de Moreno. “Las primeras veces intenté explicarle que no operamos en el mercado ilegal. Las siguientes veces dejé que dijera lo que quisiera, y yo sólo respondía ‘sí, sí’ u ‘ok, ok””. Los pedidos del secretario de Comercio se pusieron más ríspidos. Quería bajar el dólar blue de casi $6 a $5,10 a mediados del año pasado. No contento con sus fracasos por llevar la divisa en el mercado paralelo a los niveles deseados, siguió intentando con nuevos llamados y presiones. Eso se mantuvo hasta el último y desopilante pedido de Moreno a inicios de mayo: bajar el billete de $10,50 a $6,50.
“Los insultos de Moreno se repitieron en esas oportunidades. No sólo te insulta sino que te amenaza hasta llegar al punto de que mete a gente de tu familia. La cosa se puso muy pesada“, contó. ¿Qué hiciste?, inquirió este periodista. “Primero lo consulté con mis abogados. Ellos me aconsejaron que grabara los llamados de Moreno, porque de otra manera hacer una denuncia no iba a prosperar”. Pero el consejo de los letrados fue contundente: “O te vas a Ezeiza y tomás un avión; o hacés como que no pasó nada“. El financista eligió esa opción, la de mirar para otro lado.
Ahora, dice, ya no atiende los llamados de Moreno. Directamente pide que conteste alguna secretaria. Si lo llama al celular, o no atiende o le corta diciendo que está de viaje fuera del país. “No te queda otra. O te hacés el boludo o te vas porque así no se puede trabajar“, remata.
Los llamados de Moreno, no obstante, no se circunscriben a ciertos operadores del mercado de cambios (cuyos nombres fueron filtrados a la prensa desde la misma Secretaría de Comercio). Al secretario con rango de hacedor de política económica no le tiembla la mano para pedirle a los bancos que salgan a bajar el blue. Se dice que, de alguna u otra manera, habla con todos. “No me importa cómo carajo lo hacés pibe, a mí me bajás el dólar como sea“, increpó Moreno al jefe de una mesa de dinero de un importante banco privado de capitales nacionales. El receptor de tal pedido intentó explicarle que “somos una mesa que opera con línea del Central…(NdR: o sea en el mercado oficial) no somos un arbolito”. Eso sólo provocó más ira de Moreno con su interlocutor. “Te voy a hacer echar pibe”, se escuchó desde el otro lado del teléfono.
Se cuenta en el mercado financiero que en los últimos tiempos, tanto los banqueros como varios cambistas dejaron de atenderle el teléfono a Moreno. “Le importa que trascienda el mensaje para que algunas cuevas bajen la persiana. Pero no tiene sentido el diálogo con Moreno”, explicó un banquero.
La pelea por el Cedin y el negocio que viene
Pero sus peculiares formas, de alguna manera u otra, le rinden sus frutos en el cortísimo plazo. En su último intento, Moreno por lo menos logró que el billete cayera a menos de $8 al cierre del viernes (desde $10,50 inicial el mes pasado). Nada mal. Pero el triunfo de Moreno es artificial. El blue cae pero prácticamente no se está operando. “Hay miedo por los aprietes y encima se vienen los Cedines. Este certificado será una cuasimoneda que va a abastecer esa demanda de dolares que antes iba al blue. No es joda, es un Patacón verde en dolares. Vas a poder comprar desde inmuebles a un televisor o batidora con el Cedin”, se explayan desde una financiera que opera dólares en el mercado informal pero que también tiene su negocio “blanco”.
Algunos incluso van más allá y creen que el dólar Cedin, con esta baja del dólar informal, debería estar en torno a los 7 pesos. Habrá que ver cómo se hacen esos negocios y en todo caso cómo Moreno logra que tenga una cotización “formal”. Sucede que las transacciones entre privados (informal) están aseguradas, algo que pasa no necesariamente en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Los operadores piden que la Caja de Valores, que actúa como custodia de valores como acciones y bonos, también sea “custodia” de los Cedines. Esto es fundamental para evitar la falsificación de estos instrumentos y que haya alguien que tenga que “formalmente” ser agente de pago al tenedor final de ese certificado. Todo demasiado pronto en el mercado para saber si habrá o no Cedin en la bolsa.
Lo cierto es que a las sociedades de bolsa no las seduce entrar al negocio del Cedin. Reconocen, no obstante, que si lo tienen que hacer lo harán. Aclaran: “pero que haya algún resguardo”. Los cambistas tampoco tienen mucho entusiasmo en participar ampliamente en la movida de Moreno. Claro, todo dependerá del poder de “persuasión” que ejerza el secretario. Todo sea para calmar la fiebre por los dólares. Todo sea, además, para llegar a flote para octubre.