En las primeras cuarenta y ocho horas de gobierno, el presidente Macri ha mostrado la forma con la que gobernará. Decididamente privilegió lo político a la gestión, podríamos decir un fin de semana con gestualidad política dando el puntapié inicial a uno de los ítems de su discurso inaugural: ir por el arte de los acuerdos. El contenido comenzó a aparecer en las primeras horas del lunes al cumplir con su promesa electoral de la eliminación de las retenciones para trigo, maíz, girasol, carne, economías regionales y la baja del 5% en soja.
Estrictamente el contenido de lo anunciado se conocerá una vez publicado en el boletín oficial. Al cierre de este análisis eso no había ocurrido, por lo tanto no se conoce su alcance a los subproductos como por ejemplo el aceite de soja de 32% pasará a 27%. En cuanto a la eliminación de retenciones a las economías regionales ha caído bien. No obstante, en el caso puntual de Río Negro, el presidente de la Cámara de Productores Agrícolas Elbio Ferraza dice: “nosotros estamos urgidos, el 2 de enero comenzamos a cosechar. Esta medida la necesitamos junto a un dólar competitivo, crédito y reintegro de IVA”. El productor confirmó un encuentro con el gobierno a la brevedad. Todo indica que en este sentido las prioridades serán leche, peras y manzanas.
Los cien primeros días de gobierno no sólo serán claves sino complicados dado que las urgencias aparecen en todos los sectores y tal como ocurrió con el empresario Pagani, la realidad o las políticas a implementar apuran los tiempos clausurando anticipadamente la luna de miel post electoral.
A propósito de los cien días el equipo económico que conduce Mauricio Macri habría decidido salir del cepo gradualmente en ese mismo tiempo. Ha trascendido desde esta área que el déficit llegaría a una cifra cercana a los quinientos mil millones de pesos, o sea un 7 ó 8% del PBI. Lo notorio es que a pesar de ésto, las políticas anunciadas aumentan el déficit, para comenzar a contrarrestar los exportadores le adelantarán al gobierno entre esta semana y la próxima U$S 10 mil millones. Todo indica que el Tesoro de los Estados Unidos ayudaría financieramente. En situaciones políticas similares a Argentina, México y Brasil contaron con recursos extraordinarios. La oportunidad política que brinda Argentina según analistas especializados, debiese ser acompañada por el gobierno de los Estados Unidos para contrarrestar el eje Venezuela, Ecuador, Bolivia.
El presidente Macri está buscando acuerdos de gobernabilidad dado que su gobierno no es de coalición política, esto lo demostró en la reunión con sus adversarios electorales y con los veinticuatro gobernadores. Donde debe buscar de manera categórica la coalición política es en el parlamento.
El sindicalismo al igual que el campo, los industriales, representa uno de los sectores clave a la hora de ir dotando de contenido en un tiempo prudencialmente rápido a una concertación social. Consultado Juan Carlos Schmidt sobre si hubo conversaciones oficiales al respecto, contestó que no. Y sobre la posibilidad de solicitar bonos o sumas puente el dirigente dijo “siempre a fin de año hemos pedido alguna compensación, incluso algunos sindicatos los tenemos por ley”. Con respecto a los pasos de la unificación de la CGT confirmó que “este viernes nos reuniremos secretarios generales de tres centrales obreras para conversar sobre la unidad”. Schmidt hizo hincapié en que los formadores de precios aumentaron antes que asuma el nuevo gobierno y sobre éste dice “todo indica que no habrá un paquete de medidas, sino gradualidad”.
El gobierno de Macri convocará a sesiones extraordinarias si y solo sí, logra la tranquilidad del número es decir, ir al recinto con la seguridad de aprobar el proyecto, de lo contrario esperará a marzo con el comienzo de las ordinarias. Si el peronismo permanece unido -hoy es una imagen lejana y borrosa-, tendría el gobierno de Macri más dificultades; si el peronismo se divide, tal como sucedió en la legislatura bonaerense, las posibilidades se le aceleran. Macri en estas pocas horas de gobierno se ha sumergido en un baño de pragmatismo y lo que ayer era para él, la vieja política (el radicalismo y el peronismo) hoy, son aliados imprescindibles para la gobernabilidad.
Más allá de esta especulación y realidad política, lo cierto es que el peronismo debe modernizarse. El peronismo que fue debe dar lugar al peronismo que será. De lo contrario, desaparecerá.