Por: Martín Simonetta
El llamado dólar convertibilidad es un indicador que surge de observar el vínculo entre la base monetaria y las reservas internacionales de un país. A partir de un estudio realizado por la Fundación Atlas para una Sociedad Libre, observamos que Cristina Fernández de Kirchner llegó al final de su mandato con un dólar convertibilidad de 21,68 pesos por dólar, lo cual implica una multiplicación por más de diez veces respecto del dólar convertibilidad con que asumió (2,08 pesos por dólar) en diciembre del 2007.
El gran disparo del valor del dólar convertibilidad se da específicamente tras el fallecimiento de Néstor Kirchner (octubre 2011), quien jugaba un importante rol en la determinación de la política económica de su esposa Cristina. Hasta ese momento (10/2011), este dólar se encontraba apenas en 2,69 pesos por dólar. A partir de ese momento, se produjo una gran pérdida de valor del peso respecto del dólar que coincide claramente con la política monetaria y cambiaria del segundo mandato de Cristina Fernández. Ella inició su mandato con un dólar convertibilidad de 4,40 pesos por dólar y finaliza su ciclo en un nivel de 21,68 pesos por dólar, como hemos señalado. Estos números muestran un fuerte contraste entre el cuidado de las reservas y los niveles de emisión entre los esposos presidentes.
Dólar convertibilidad: 21 pesos
El contraste entre la contención forzada del tipo de cambio oficial y la negada inflación —que en los últimos años osciló entre 35 y 25 por ciento— generó un efecto asfixia sobre los sectores productivos, especialmente en aquellos vinculados al comercio exterior. Pongamos por ejemplo lo sucedido con el sector sojero, que en el caso de realizar una exportación recibe un dólar oficial cercano a 9,70, al cual se le debe restar un 35 por ciento en concepto de retenciones (impuestos a las exportaciones). Con ello, se recibe 6,3 pesos por dólar. Y si quisiera hacerse de moneda extranjera, debería recurrir al mercado informal (o blue), donde pagará un monto cercano a 15 pesos. Es evidente el efecto que esta situación tiene sobre las economías regionales del país, así como en la nación entera. En este contexto, la caída de las exportaciones y las importaciones ha sido superior al 25% desde el 2011, momento en el cual la Argentina ingresó en un estado de negada estanflación. El corralito cambiario generó una distancia superior al cien por ciento del dólar convertibilidad respecto del dólar oficial.
Parece muy claro el desmanejo y la falta de autonomía del Banco Central (BCRA) respecto del Poder Ejecutivo. Los conflictos entre Cristina Kirchner, quien impuso su cuestionable política monetaria sobre el BCRA, y quien fuera presidente de la autoridad monetaria, Martín Redrado, fueron el prólogo de la gestión de Mercedes Marcó del Pont. Como señalamos en la columna “Las reservas perdidas por Marcó del Pont”, durante los menos de tres años de su administración (iniciados en febrero del 2010), las reservas internacionales del BCRA cayeron de 47.959 millones de dólares a 33.232 en octubre 2013, lo cual equivale a una pérdida de 14.727 millones.
Para finalizar, debemos resaltar que el análisis realizado se ha basado en números muy optimistas, ya que tomamos en cuenta las cuestionadas reservas internacionales mostradas en los números oficiales.
El BCRA ha sido manejado como un ministerio más durante la era CFK. La evidencia y los números así lo acreditan. Son los ciudadanos quienes, a partir de la pérdida de valor de la moneda, pagan las consecuencias de tan nefasto comportamiento.