El pasado domingo se presentaron las listas que competirán en la primer etapa del proceso electoral, algo que realmente debe de estar desconcertando a los electores, ya que el sistema electoral prevé que en una primera instancia los candidatos de los diferentes partidos compitan entre sí para ver quién es el que va a representar a cada una de las fuerzas políticas en la contienda final. El desconcierto nace en que no se sabe contra quién compiten y quiénes lo hacen entre sí. Este primer paso se denomina así, PASO, porque esa son las siglas de su denominación Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias. Son primarias porque es la primera etapa de un proceso en dos tiempos: el tiempo de la definición de candidatos; el segundo tiempo es el de la elección de los cargos electivos. Son abiertas, porque la condición de afiliados es absolutamente irrelevante en este caso, todos los ciudadanos participamos en forma obligada -por eso la “O” de obligatorias- y son simultáneas porque se realizan el mismo día para todos los partidos.
Así como es obligatorio votar en octubre también es obligatorio definir las candidaturas en agosto. El espíritu de esta ley indica que los candidatos de cada agrupación política deban ser elegidos por todos los ciudadanos. Con ello se pretende dar mayor fortaleza a los partidos políticos. Esta parte es muy sencilla de entender por el público, lo que no se explica es por qué no lo entienden los políticos.
Todo el mundo habla de fortalecer los partidos, de fortalecer la democracia, las instituciones, pero nadie hace nada al respecto; en realidad hacen todo lo contrario, seguimos sin tener partidos políticos y seguimos permitiendo y soportando la existencia de políticos sin partido.
En esta etapa y en este caso, por cada agrupación política se presentan todos los ciudadanos habilitados a tal efecto que quieran ser candidatos en las elecciones generales para cualquier cargo que esté en disputa, ya sea de legislador nacional, legislador provincial, concejal y consejeros escolares, siempre y cuando ese distrito haya adherido a las PASO. Sólo los precandidatos que ganen de las agrupaciones políticas que superen el 1,5% de los votos emitidos se podrán presentar en la elección de octubre. Por esa razón aquellos políticos que no cuentan con una estructura partidaria apropiada para dar este PASO buscan un lugar entre los espacios que se crean con la aparición de alianzas que le permiten alcanzar ese porcentaje para poder seguir en carrera, por lo que el partido político y su fortalecimiento muy poco importan. Todos se sorprenden del amague que protagonizó Borocotó, pero todos hacen exactamente lo mismo en un momento o en otro, esto sin entrar en detalle del territorio al que deberían representar.
Los legisladores en la República Argentina representan a los habitantes del país, o en el caso de los senadores a sus provincias, el problema que se le presenta a los electores es que los candidatos no tienen muy en claro a qué provincia pertenecen o mejor dicho no saben a la que van a terminar representando, ya que pueden, sin sonrojarse, presentarse de candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o a diputado o senador en representación de alguna provincia, eso de acuerdo a lo que determinen las posibilidades que señalen las encuestas encargadas por las diferentes corporaciones a las que pertenecen. Porque en definitiva al igual que lo que sucede en las películas de Tarantino en donde son todos “más o menos malos” que pelean entre sí, acá son corporaciones que disputan el poder dentro de la misma corporación política, sin tener ningún tipo de consideración con las verdaderas necesidades del electorado.
Aquellos que cumplan los 16 años antes de octubre y hayan realizado el trámite para figurar en el padrón electoral deberán dar este primer PASO. Es desconcertante para quienes tienen años de experiencia, no me imagino a estos chicos empezando así, lo que les va deparar el destino.
Esta primer etapa de las PASO es fundacional en la consolidación de la democracia; el mejoramiento de los mecanismos de selección de candidatos y la posterior elección de estos candidatos para cubrir los cargos en disputa es clave para el fortalecimiento de las instituciones democráticas y el fortalecimiento de los partidos políticos, pero está claro que la corporación política no quiere dar este PASO en falso.