El candidato a diputado nacional Hermes Binner dice que merecemos tener un “país normal”. Pero Santa Fe, gobernada por su Frente Progresista, es la provincia de la desigualdad. Un puñado de sojeros y empresarios usa autos de alta gama, vive en barrios privados y en las lujosas torres elogiadas por Cristina en el acto por el Día de la Bandera. Pero la mayoría trabajadora vive en barrios que se inundan, sin gas, sin cloacas ni servicios elementales. Los barrios populares sufren la impunidad de las bandas de narcotraficantes que, amparados por la policía, jueces y funcionarios, asesinan a cientos de jóvenes.
En Santa Fe los hospitales públicos están colapsados y son pocos. Los médicos y enfermeras trabajan largas jornadas, precarizados y a veces sin recibir salarios. Los colegios se caen a pedazos. Los docentes llegan “rotos” a la edad jubilatoria y encima son atacados por Bonfatti, Binner y Cristina cuando salen a reclamar. Muchos chicos dejan la escuela porque deben trabajar para sostener a sus familias. Cada día, ocho menores de quince años se convierten en madres, pero en Santa Fe no hay educación sexual ni guarderías para que puedan seguir estudiando.
En la Santa Fe “normal” de Binner, unos pocos pulpos imperialistas, grandes terratenientes y cerealeras son dueñas del río Paraná, los puertos y las tierras. Una enorme riqueza se queda en manos de multinacionales extranjeras como Cargill y Monsanto, que extienden la producción de soja, contaminan el medio ambiente y fumigan con agrotóxicos. Binner es uno de los candidatos de estos empresarios. El otro es Obeid, cabeza de lista del Frente para la Victoria: un ex menemista que privatizó el Banco de Santa Fe y apoyó a la Sociedad Rural.
Los Gobiernos de Binner y Bonfatti, y los de Reutemann y Obeid, construyeron esta Santa Fe para los ricos. El PRO de Del Sel es un partido de la derecha y de los empresarios que reprimen al pueblo, como Macri en Capital. Esos políticos viven como millonarios. No saben lo que significa vivir en casas precarias, usar el transporte público o esperar horas para recibir atención médica porque cobran salarios de decenas de miles de pesos y encima se enriquecen con la corrupción. Por eso, en el Frente de Izquierda venimos sosteniendo nuestra propuesta de que todos los funcionarios ganen lo mismo que una maestra o un trabajador. Este es el proyecto de ley que presentó Raúl Godoy, obrero de la fábrica recuperada (Zanon) y diputado del Frente de Izquierda en Neuquén.
Binner se dice socialista, pero la precarización laboral es epidemia en Santa Fe: uno de cada diez jóvenes está desocupado. Uno de cada tres, precarizado. Muchos trabajan diez o doce horas. El Frente de Izquierda plantea repartir las horas de trabajo sin bajar el salario a nadie, para combatir la desocupación. Y una ley, que debe ser impuesta por la movilización de los sindicatos, para que todos los trabajadores pasen a planta permanente y que se prohíban los despidos.
La impunidad, por otro lado, es un lamentable flagelo en nuestra provincia: la policía santafesina, que organiza las redes de narcotráfico y trata, es la segunda fuerza en el índice de casos de gatillo fácil a nivel nacional. Los asesinatos de Sandra Cabrera, Silvia Suppo, Pocho Lepratti y los caídos el 19 y 20 de diciembre de 2001 siguen impunes. Ahora se suman los de cuatro militantes populares a manos de bandas narcos. Binner y Bonfatti, mientras tanto, defienden al comisario narco Tognoli. De nuevo: ¿de qué país normal nos hablan?
Binner se dice socialista, pero quiere actuar como Capriles y la derecha venezolana en Argentina. Y el kirchnerismo en Santa Fe se “renueva” poniendo como candidato a un símbolo de la década menemista y privatizadora como Obeid. Sólo el Frente de Izquierda tiene propuestas y una política para acabar con la Santa Fe de la desigualdad. ¿Por qué la vida, la salud y la educación del pueblo trabajador se precarizan, mientras los empresarios la levantan con pala y el Gobierno les condona impuestos como el de ingresos brutos? Nosotros proponemos aplicar impuestos progresivos a las grandes fortunas y empresarios, impulsar un gran plan de obras públicas para construir todas las viviendas y hospitales necesarios y aumentar el presupuesto de educación.
Y como para resolver las demandas del pueblo trabajador hay que afectar los intereses de los grandes empresarios, también planteamos la expropiación de las aceiteras y la estatización de los puertos y del Banco de Santa Fe bajo control de los trabajadores.
Para que estos reclamos y nuestras propuestas lleguen al Congreso, primero debemos superar las proscriptivas PASO en agosto. Como en todo el país, también en Santa Fe los empresarios y la derecha ya tienen sus candidatos. Los trabajadores, los jóvenes precarizados, los desocupados, los que esperamos horas en una guardia, los que vivimos sin cloacas, sin agua potable, los que queremos dejar de vivir en la “normalidad” de Binner, también: los candidatos y candidatas del Frente de Izquierda en Santa Fe y en todo el país.