Los cantos de sirena de los economistas monetaristas y neoliberales que llevaron a la peor de las crisis a la Argentina vuelven a hacerse oír ante la contienda electoral, agazapados en ciertos nichos de la oposición a este modelo productivo con identidad nacional que se instaló en la Argentina en los últimos 10 años y que el gobernador Daniel Scioli aplicó en la Provincia de Buenos Aires, motor del desarrollo argentino.
Se escucha nuevamente que hay que reducir el circulante, que hay que enfriar la economía, que hay que hacer un fuerte ajuste, que el dólar se irá a las nubes, que hay que devaluar fuertemente, aunque no mencionen la importancia de invertir, de producir más, de sostener el poder adquisitivo, de apostar a mayor mercado interno, a mayor consumo, a mayor actividad económica, como la que se ha traslucido en el comercio para el día de la madre, con ventas que aumentaron un casi 8% respecto al año anterior y un casi 12% respecto a 2011.
En la Argentina , los dueños del poder económico concentrado han manejado el mercado como asignador de recursos, siendo los formadores de precios que maximizan ganancias y rentabilidad, sin importarle los efectos sobre la población.
De esta manera, se constituyen en uno de los grandes responsables del aumento de los precios relativos sin razón, que luego se convierten en costos que en espiral originan los siguientes aumentos, provocando una inflación de demanda, que se mediatiza con efecto multiplicador, atemoriza a la sociedad y al consumidor, sensible por historia a estos mensajes, que se torna partícipe activo con sus actitudes en el incentivo de la inflación.
Por ello, tiene alto valor cuando el gobernador Scioli expresa la necesidad de reconstruir la confianza, la certidumbre, la esperanza de los argentinos, que fortifique los espíritus y predisponga a la mente de nuestra gente, no a atesorar en dólares, que sólo sirve para resguardar valor, disminuyendo el destino de los fondos hacia el consumo y/o la inversión, de tal manera de hacer realidad aquello que dicta teoría económica, que el ahorro debe convertirse en consumo e inversión, base del crecimiento de un país y condición para pasar al desarrollo, que posibilite el pleno empleo y un bienestar socialmente compartido.
En la Provincia de Buenos Aires las entidades del comercio, la industria y los servicios hemos coincidido en un ámbito de acción común con la creación del CoProBA, Consejo Productivo de la Provincia de Buenos Aires, de tal manera de acompañar fuertemente al gobernador Scioli en la profundización de las políticas productivas en la provincia, creando instrumentos de políticas activas que apalanquen el desarrollo productivo.