Innovación emprendedora, la clave de la competitividad

Silvia Torres Carbonell

En la economía moderna, la competitividad de un país o una región dependen en gran medida de su capacidad de innovar. Hoy estamos observando cambios exponenciales, gracias al desarrollo de la inteligencia artificial, que están modificando en forma revolucionaria la forma de comunicarse, de relacionarse, de educar, de hacer negocios, de gobernar, de combatir la pobreza, de mejorar la salud. Hoy estamos asistiendo, tanto a nivel local como global, a un creciente interés por el fenómeno emprendedor, que ve al cambio como algo saludable y a la innovación como la forma de generar valor para la sociedad.

Los emprendedores innovadores juegan así un rol clave: crean trabajo, potencian y generan innovación y dan lugar a un cambio estructural en las industrias de la economía mundial. Transformándose en nuevos competidores, contribuyen indirectamente a potenciar la productividad, y así, actúan como catalizadores del crecimiento económico. El fenómeno emprendedor es siempre complejo y a la vez multifacético. Se podría definir como el paso de la incertidumbre al riesgo y del riesgo al valor; penetrar una densa niebla de incertidumbre para descubrir un camino exitoso, pero riesgoso, hacia un negocio sustentable.

Ser emprendedor es más bien una cuestión de “comportamiento” que de personalidad. La acción de los emprendedores tiene que ver con la “actitud”, y con los valores sociales y culturales que existen en una sociedad. Y está claro que los valores, las actitudes y los comportamientos pueden inspirarse y modificarse a través de la educación y la formación integral de las personas.

Es por eso que desde 1999, desde el Centro de Entrepreneruship del IAE llevamos adelante la Competencia NAVES de nuevos proyectos, para apoyar a emprendedores en el “arte” de crear nuevas empresas. Durante el proceso de la Competencia, que se hace anualmente con una duración de 8 meses, y tiene como objetivos tanto lograr el lanzamiento de nuevos emprendimientos como agregar valor a los participantes. Buscamos que cada uno de los participantes pueda reflexionar sobre su persona y sus capacidades para emprender y tome conciencia de la importancia de la actividad emprendedora como motor del progreso de las naciones. Que tengan una vivencia de lo que es concebir y desarrollar un nuevo emprendimiento, y que puedan experimentar la transición de los momentos decisivos en el nacimiento de una empresa. Que analicen profesionalmente los procesos de diseño, evaluación y creación de una nueva empresa, mediante la puesta a prueba, previamente, de sus capacidades para “descubrir” oportunidades de negocio. Que logren identificar el mejor modelo de negocio que permita capturar la oportunidad detectada. Que validen sus hipótesis, hagan prototipos, modifiquen visiones, aprendan con la experimentación. Que adquieran el know-how para formular un plan de negocios. Que adquieran las capacidades de gestión, formulación de estrategias, tácticas y procesos y sobre todo de toma de decisiones.

En resumen, que atraviesen ese paso de la “incertidumbre al riesgo y del riesgo al valor” con las mejores herramientas y siempre acompañados en el proceso. Esta Competencia, que acaba de cerrar su décimo cuarta edición, está abierta a todas las personas del país, con vocación emprendedora, que quieran presentar sus ideas y equipos. El proceso incluye el acceso a una red de apoyo formada por tutores, consultores, evaluadores, mentores y jueces que el IAE aporta a los miembros de los equipos para que cumplan con el objetivo de lograr poner en marcha su proyecto, además de acercarles contactos y promover relaciones con inversores, incubadoras y otros emprendedores exitosos. NAVES presenta un formato único a nivel nacional y regional, porque combina capacitación, validación de oportunidades y modelo de negocio, mentoreo, tutorías, selección, networking, acceso a financiamiento y acompañamiento de un año a los finalistas durante el duro proceso de poner en marcha sus proyectos. Uno de sus principales diferenciales es su prestigioso jurado formado por más de 45 expertos, representativos del ecosistema emprendedor, empresario e inversor de Argentina.

En los últimos 15 años se ha consolidado en el país un ecosistema emprendedor formado por instituciones públicas y privadas, universidades, incubadoras, aceleradoras, centros de investigación, medios de comunicación, ONG’s y algunos programas gubernamentales de apoyo a emprendedores. Esto se refleja en un aumento de la cantidad de emprendedores que puede medirse a través del GEM, Global Entrepreneurship Monitor, liderado en Argentina por el Centro de Entrepreneurship del IAE, programa de investigación a nivel global que estudia la relación entre la actividad emprendedora y el desarrollo económico. Esta tasa ha ido subiendo desde 1999 aunque con oscilaciones muy relacionadas con la situación de la coyuntura económica.

El país presenta aún serios condicionamientos al desarrollo de una actividad emprendedora innovadora, competitiva y pujante. A pesar de ello, se crean firmas nuevas y los emprendedores argentinos son reconocidos internacionalmente por su creatividad, profesionalismo y potencialidad para convertirse en empresarios de alto impacto. Seguir incentivando este camino nos llevará seguramente a una sociedad más pujante y desarrollada.