Por: Silvina Moschini
Las tecnologías de geolocalización y el avance del “Big data” están contribuyendo a perfeccionar enormemente las búsquedas en Internet. ¿Llegará el día en que se anticiparán a las necesidades de los usuarios?
Las búsquedas en Internet se han vuelto esenciales para la vida cotidiana. Planificar nuestras vacaciones, comprar toda clase de objetos o conocer la reputación de un posible socio. Éstas y otras acciones siempre comienzan en un motor de búsqueda. Según un reciente estudio de Pew Internet, el 92% de los adultos estadounidenses ha hecho alguna vez una consulta de este tipo, incluyendo a un 59% que realiza búsquedas cotidianamente.
Este hábito tan incorporado, sin embargo, podría modificarse profundamente en los próximos años debido a los proyectos de los grandes buscadores, que están trabajando en tecnologías que les permitan anticiparse a las necesidades de los usuarios.
Google, por ejemplo, está desarrollando “el gráfico del conocimiento”, una herramienta que analiza cerca de 500 millones de personas, lugares y términos frecuentes en las búsquedas, estableciendo relaciones entre sí con fines predictivos. A partir del examen exhaustivo de este tipo de datos, los buscadores pueden determinar cuál es el concepto buscado entre varios similares (y distinguir, por ejemplo, si buscamos un restaurante que se llama “Kansas” o el estado norteamericano que lleva ese nombre).
¿El fin de las búsquedas?
Si las búsquedas se orientan cada vez más a proveer información precisa y sustancial y -sobre todo- a predecir las necesidades de los usuarios, paradójicamente se tornarán innecesarias. Hay incluso quienes se atreven a augurar que las búsquedas morirán en 2020.
Estas predicciones sobre el futuro de las búsquedas están en sintonía con otras tendencias tecnológicas crecientes, como el auge del “Big Data”. El Instituto McKinsey anticipa que los recursos de este sector se multiplicarán durante los próximos años y estima que para 2018 cerca de 200 mil personas trabajarán directamente en el análisis de datos sólo en Estados Unidos. La posibilidad de analizar, procesar y aplicar datos es una herramienta que sin duda potenciará la eficacia de los motores de búsqueda.
No solo la Big Data aportará información útil para la predicción de necesidades. También lo harán otras tecnologías en crecimiento, como la movilidad (cada año se registra una mayor predisposición de los usuarios a conectarse desde dispositivos móviles, según un estudio de ComScore), o la geolocalización. Por ejemplo, al asociar la localización geográfica con datos de búsquedas previas, los anunciantes podrán enviar promociones a personas que pasen cerca de sus locales y que además hayan buscado productos similares con anterioridad. Así, todo indica que la idea de que la predicción se adelante a la búsqueda no resulta exagerada, sino que va camino a convertirse en una realidad.