Por: Artemio López
Carisma y gestión durante el gobierno chavista
Es falaz considerar que el chavismo es sólo la persona de Chávez.
Decir que Chávez era todo fue una mentira de los medios,
que también inventaron que la revolución bolivariana no es democrática.
La dimensión de Chávez fue inmensa, pero no considero adecuado
el razonamiento de que todo era fruto de su carisma. …
Las personas no llegan al poder porque tienen carisma, es el poder el que les da carisma.
Cuando Chávez llegó al poder en 1999 no tenía la gran dimensión nacional e internacional
que llegó a tener, y en la medida en que se fue desarrollando su proyecto la tuvo.
Ahora hay que ver cómo madura Maduro (risas).
Samuel Pinheiro Guimaraes, diplomático e intelectural brasileño, ex alto representante del Mercosur, uno de los hombres que diseñó la nueva política externa brasileña.
El domingo 14 de abril, Nicolás Maduro habrá de superar el 54% de los votos, acercándose a los 8 millones de sufragios, y se consagrará presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que, se sabe, acaba de perder a su líder fundador Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Todos los estudios de opinión conocidos en la República Bolivariana -y los por venir- coincidirán en que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se encamina a una victoria aplastante, aun por sobre los niveles del 54% de los votos obtenidos en octubre del año pasado, en línea con la arrasadora elección del pasado diciembre, donde el partido de gobierno se alzó con 20 de las 23 gobernaciones en juego.
Informes preliminares realizados por CEOP en Venezuela sostienen que, aun con 10% de indecisos, Nicolás Maduro recepta el 57% de la intención de voto, lo que proyectando indecisos lo aproxima a un demoledor 60%.
Los motivos de esta hegemonía electoral del chavismo, persistente y en ascenso, trascienden el carisma indudable de Hugo Chávez, al que la derecha conservadora atribuye la adhesión popular masiva al proyecto bolivariano, y debe ser centralmente atribuida a los resultados de la gestión de gobierno a lo largo de catorce años, exitosa en materia de crecimiento económico y socialmente muy eficiente.
En efecto, bajo la administración del chavismo la sociedad venezolana logró grandes avances sociales y estableció así una conexión electoral fluida con millones de ciudadanos, en especial los más pobres.
La gestión que encabezaba Hugo Chávez terminó con cuarenta años de abandono estatal en los barrios pobres, logrando el convencimiento popular de que sin ella no hay futuro y que cualquier otra alternativa volverá a excluirlos. No es una convicción apalancada en el carisma del líder. Revisémosla en algunos de sus datos duros.
La performance social de la gestión chavista
La Unesco reconoció que, en Venezuela, bajo la presidencia de Chávez, se erradicó totalmente el analfabetismo, que al asumir en el año 1998 afectaba al 25% de la población.
La gestión de gobierno chavista pobló los barrios más pobres de programas sociales, misiones de salud, educación, vivienda. Aunque, como la opo mediática y partidaria argentina, muchos critican la veracidad de las cifras que da el gobierno venezolano sobre sus logros, incluso el diario británico The Guardian compiló datos que muestran que la vida de los venezolanos más pobres ha mejorado radicalmente.
• Como se observa en el gráfico anterior, elaborado con datos del INE, entre el año 1999 y el último trimestre de 2012, el desempleo pasó del 16,1% al 5,9%, que sólo interrumpe su tendencia a la baja por la desestabilización inducida por la oposición que culmina con el paro petrolero e intento de golpe del año 2002.
De hecho, las dos recaídas del PBI que veremos más adelante remiten a terremotos ligados al “oro negro”. Es más, el golpe contra Chávez del 11 de abril de 2002 es consecuencia de la expulsión de la plana mayor de la gerencia de PDVSA realizada por el Comandante el 7 de abril a través de un Aló presidente antológico, durante el cual hizo sonar el silbato para despedir a cada gerente de la petrolera.
Por otra parte, el lock out patronal de enero de 2003, cuyo impacto se refleja plenamente en la curva de desempleo que se observa arriba, es parte de la misma estrategia opositora: afectar la fuente de distribución directa de combustible.
• La informalidad descendió del 51,1% en el año 1999 al 42% en 2012
• El PIB por habitante, de 4.100 dólares en 2001, pasó a 10.810 en 2011, según los resultados del XIV Censo Nacional de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas.
• Los hogares con acceso a Internet pasaron del 4% en 2001 al 24% en 2011.
• La mortalidad infantil, en igual lapso, cayó del 20 por mil al 13 por mil, y sólo el programa sanitario Barrio adentro generó más de 700 millones de prestaciones y consultas en las barriadas.
• La esperanza de vida al nacer creció de 72,1 a 74,3 años.
• En lo que va de este año, la Gran Misión Vivienda Venezuela ha terminado la edificación de 9.582 viviendas, de las cuales 4.628 fueron edificadas por el pueblo organizado a través del Programa de Transformación Integral del Hábitat (TIH). Desde su inicio, la misión ha construido 356.380 unidades habitacionales, una cifra sin precedentes en el país y de gran efecto multiplicador sobre el empleo.
• En el plano de la distribución del ingreso los avances fueron muy importantes. El coeficiente de concentración Gini, donde el valor 1 indicaría desigualdad absoluta y 0 igualdad absoluta, se redujo un 17% (pasó de 0,47 a 0,39) en el período intercensal 2001-2011.
• La brecha de ingresos entre el 20% más rico y el 20% más pobre de la población se redujo en igual lapso un 32%, cayendo de 11,8 a 8 veces.
• En el plano educativo, la matrícula inicial entre el año 2001 y 2011 creció un 54% (pasó del 46,4% a 71,4%) y la secundaria un 37% (aumentó del 53,6% a 73,3%) en tanto la matrícula universitaria se triplicó, pasando de 785 mil a 2.340 mil.
• La pobreza estructural, medida por necesidades básicas insatisfechas (NBI), se redujo del 11,36% en el 2001 hasta 6,97% en 2011.
Este indicador de pobreza estructural se realizó en base al método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) recomendado por la Cepal, que mide la pobreza estructural aprovechando los resultados de los censos. En Venezuela, como en otros países de la región, Argentina incluida, se toman en cuenta cinco indicadores: hogares con niños en edad escolar que no asisten a la escuela, hacinamiento, vivienda inadecuada, hogares sin servicios básicos y hogares con jefes con educación menor a 3 grados de educación.
Por todas las vías analizadas, por ingreso y por el método estructural, hubo reducción de la pobreza en magnitudes muy importantes, y las estimaciones señalan que la pobreza NBI cerrará alrededor del 6,5% cuando se consoliden los datos del año 2012.
Capítulo aparte merece la evolución de la pobreza e indigencia que se muestra en el gráfico que sigue.
• La pobreza declinó del 49% al 27,4% de los hogares en el lapso 1999-2011.
• La indigencia, medida por el valor de una Canasta Básica Alimentaria que garantiza la sobrevida calórica, pasó del 16.9% al 7,3% de los hogares en igual lapso.
El crecimiento económico, inflación y deuda pública durante el chavismo
La inflación, fenómeno persistente en la economía venezolana se mantuvo sin cambios: en 1999 era idéntica a la de 2012, anualmente del 20%, en tanto la deuda pública que representaba en 1999 en 49,8% del PBI, en 2012 representa hoy el 28,89%.
Como se observa en el gráfico que continúa, atado al empuje de la renta petrolera el PBI venezolano ha crecido a tasas muy importantes durante la gestión chavista en promedio del 5,5% contra una caída del 6% en 1999 al iniciarse la gestión chavista. El crecimiento solo se detuvo en los períodos 2002-2003 y 2009-2010, caídas que hay que precisar en sus verdaderos motivos para no sacar conclusiones de impugnación fácil (y falaz) a la exitosa gestión económica del chavismo.
La principal causa de la primera recesión económica fue una huelga del sector petrolero inducida por la oposición golpista, como se observa en este video:
La segunda caída obedeció a causas exógenas al país: el desplome del precio del petróleo (-38% en 2009) producto de la crisis internacional.
La política exterior de Venezuela durante la gestión chavista
Uno de los capítulos fundamentales de la gestión de gobierno de Hugo Chávez fue la agresiva política exterior. Ciertamente, la asunción de Chávez en 1998 marca el inicio de un nuevo período, drásticamente diverso a los anteriores en la evolución de la política exterior venezolana.
Tras la promulgación de la Constitución Bolivariana de 1999, el gobierno chavista ha intentado llevar adelante una nueva política hacia el resto del mundo, cuyos objetivos centrales se encuentran ya establecidos en la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Entre esos objetivos se destacan, según aparece en la monografía de Carla Santaella, Política exterior venezolana, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central de Venezuela:
• Estimular la democratización de la sociedad internacional, con el fin de alentar la acción concertada de los países en desarrollo, al igual que la solidaridad y la cooperación entre los distintos actores del sistema internacional.
• Promover la integración latinoamericana y caribeña, para afrontar con mayor empuje las desigualdades sociales y los profundos niveles de pobreza que afectan a los países de la región.
• Consolidar y diversificar las relaciones internacionales, robusteciendo la cooperación Sur – Sur y ampliando las relaciones con otras regiones y países.
• Fortalecer el posicionamiento de Venezuela en la economía internacional y, al mismo tiempo, la participación de Venezuela en mecanismos de cooperación tendientes a la articulación de esfuerzos entre los países menos desarrollados como el Grupo de Río, el Movimiento de Países No Alineados, el Grupo de los 77 y el Grupo de los 15, ha dado un gran impulso a fin de conseguir las metas de la política exterior venezolana.
La política exterior del gobierno chavista ha sido tremendamente activa y, en ocasiones, no libre de polémicas; en el afán por ayudar a la concreción de un orden económico multipolar, se han sostenido reuniones y tratados con gobiernos de los cinco continentes, destacándose el establecimiento de fuertes vínculos políticos y comerciales con los miembros de la OPEP.
Adicionalmente, se realizaron acuerdos estratégicos con países como China, Brasil, Cuba y Argentina, ingresando al Mercosur, fundando el Unasur y, finalmente, impulsando la creación de la Celac, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Paradójicamente, a medida que las relaciones comerciales con los Estados Unidos han ido en aumento, ha crecido también el enfrentamiento político entre los gobiernos de Washington y Caracas.
El sistema de representación político-partidario
Finalmente, un aspecto poco analizado de las mejoras inducidas por la gestión chavista: las mejoras en el sistema de representación ciudadana.
En efecto, en un país como el que dejara la IV República, estragado por el neoliberalismo y la crisis socioeconómica que provocó, se había dislocado también el sistema de representación política cuando Hugo Chávez iniciara su gobierno.
Hoy, por el contrario, existe un sólido partido oficialista y una oposición que debe buscar la unidad para poder competir con alguna chance, mejorando estructuralmente la calidad de la representación política, evitando la proliferación (como ocurre en Argentina) de múltiples espacios de representación sumamente acotados, los tradicionales “sellos de goma“, transformados en verdaderas Pymes del mercadeo electoral.
El PSUV es hoy una estructura poderosa de gran despliegue territorial con articulación sólida con buena parte de las FFAA y los sindicatos reconfigurados, e indudablemente resulta otro activo institucional de la gestión de Hugo Chávez.
Frente a una opo que hace equilibrios para no fragmentarse, el PSUV, con dos millones de militantes, posee hoy 20 gobernadores, 265 alcaldes y 98 parlamentarios, el PSUV será el dispositivo que materialice el próximo triunfo electoral oficialista.
Tiene presencia en toda Venezuela y la estructura partidaria se extiende entre empleados oficiales, fábricas nacionalizadas y oficinas estatales.
Poco antes de las elecciones de octubre del año 2012, el Comando Carabobo, que organizaba la campaña del PSUV, evaluó la magnitud de la estructura territorial del PSUV y estimó que a lo largo de Venezuela tenía 886.345 patrullas, 13.679 comandos de campaña y 117.054 testigos de mesa.
Para evaluar la eficacia de la estructura territorial, 700.000 militantes se comprometieron en octubre de 2012 a conseguir cada uno un promedio de diez personas más que votaran por Chávez hasta alcanzar los 6.729.000 votos. Cumplieron con creces, Hugo Chávez obtuvo 7,4 millones de votos, el 54% del electorado efectivo.
Esta es la base electoral que recibe Nicolás Maduro para las elecciones del 14 de abril de 2013, que sobre este piso y según todos los sondeos de opinión conocidos, el candidato actual del PSUV mejorará la realizada por su antecesor y líder fundador, dando continuidad electoral al proceso de crecimiento económico e integración social que, como es habitual, dio forma a una nueva y por ahora imbatible mayoría electoral.
En este sentido estricto de primacía de la gestión por sobre el carisma es que, sostenida en la continuidad de la notable administración de gobierno inaugurada en 1998, la consigna rectora de la Revolución Bolivariana hoy es, y lo es con toda lógica, Chávez somos todos.