Por: Claudio Avruj
Los aniversarios son momentos para reafirmar nuestros pensamientos y expresar nuestros sentimientos. El ataque a la Embajada de Israel en Argentina, perpetrado el 17 de marzo de 1992, dejó el saldo de 29 víctimas fatales y 242 heridos, muchos de ellos de gravedad.
La investigación llevada a cabo desde entonces por la Corte Suprema de Justicia no arrojó aún ni detenidos ni juzgados concretos. Sin embargo, es la misma Corte la que determinó que el atentado fue producido por un coche bomba y que la República Islámica de Irán es la responsable política del ataque. Este es el resultado del trabajo del Dr. Esteban Canevari.
La historia nos demostró que la impunidad estimula la reincidencia; y el atentado a la AMIA, ocurrido dos años después, lo corrobora. La impunidad nos deja desazón, enojo y una fuerte sensación de desamparo. La decisión política de llevar adelante el memorándum con Irán lo pone en evidencia.
Por ello, este 17 de marzo, en el que recordamos el atentado, es necesario reafirmar nuestra postura como sociedad que privilegia la paz, que defiende los valores democráticos, los derechos humanos y que quiere vivir en plena justicia.
Hoy, a más de dos décadas del horror, debemos seguir exigiendo memoria, verdad y justicia. Todos juntos debemos decir no al terrorismo y al olvido.