Exportar el modelo argentino de convivencia interreligiosa

Claudio Epelman

Con una encantadora foto de grupo junto al Papa Francisco, vacía de protocolo pero llena de emociones, culminó el viaje interreligioso que 15 judíos, 15 católicos y 15 musulmanes realizamos por Medio Oriente y por Roma.

Venciendo los prejuicios, respetuosos de las diferencia, compartimos 11 días de profunda convivencia, demostrando que a pesar de ser distintos, podemos trabajar juntos para enriquecer a nuestra sociedad.

Visitamos Ramalla, Jerusalem y Aman, aprendiendo de sus culturas, recorriendo sus lugares santos, conversado con varios de los principales líderes de la región. Fue nuestro objetivo exportar un modelo de convivencia interreligiosa, y expresar un mensaje de optimismo a la región. Preferimos mostrar esta faceta de la sociedad argentina en lugar importar un conflicto que no nos es propio.

Escuchamos del Papa Francisco que, en su próximo viaje por Medio Oriente, será acompañado por un judío y un musulmán, como un nuevo gesto inspirador en la misma dirección de la convivencia. Una suerte de llamado del Sumo Pontífice a profundizar lo que estamos realizando.

INTER

El viaje terminó y con él un capítulo de relaciones interpersonales para este grupo. Pero en el mismo momento en que dejábamos Roma iniciamos una nueva etapa para seguir aportando al entendimiento.

Trajimos con nosotros muchas expectativas, proyectos e ideas para llevar adelante, y seguir construyendo convivencia, predicando con el ejemplo, mostrando que con humildad podemos vencer prejuicios y conseguir por medio del dialogo una sociedad más fraterna.

Esperamos haber sembrado una semilla que aporte a la comprensión entre las religiones y los pueblos.

Líderes judíos entrando a Ramalla para encontrar al primer ministro palestino y musulmanes en Jerusalem para visitar al presidente del Estado de Israel no son fotos habituales en la política internacional. La simple imagen de una mesa en la cual judíos, católicos y musulmanes comparten la comida, también sorprende. Estos son los gestos que construyen convivencia. Es nuestro mensaje al mundo, y por qué no, también para la sociedad argentina.