Por: Diego Berardo
Estamos cumpliendo 30 años de democracia.
30 años en los que, por primera vez en nuestra historia, los argentinos todos hemos logrado elegir los presidentes y que cada uno de ellos pueda pasarle la banda presidencial al siguiente.
30 años en los que, con muchos errores sin dudas, pero también con mucho esfuerzo para no cometerlos, nos empezamos a acostumbrar a votar y defender nuestro voto.
30 años en los que con alegría, a veces con tristeza, pero todos los días, cada uno de nosotros puede participar en los partidos y organizaciones democráticas, opinar, discutir y dialogar en libertad.
Hoy, a 30 años, renovemos nuestra elección de este sistema como modo de vida.
Continuemos hoy caminando hacia el gran sueño al que nos convocó Raúl Alfonsín, más allá de las pertenencias partidarias, más allá de las creencias religiosas, de las familias o clases de las que proveníamos.
Ese sueño de ingresar definitivamente a vivir 100 años de democracia.
Y hoy renovemos juntos ese sueño. Rindámosle todos un gran homenaje. Volvamos a levantarlo y hacerlo bandera.
Hoy debemos renovar las utopías que hace 30 años nuestros padres, familiares, todos, decidieron comenzar a construir.
Hoy debemos renovar nuestro compromiso con la vida y la paz.
Hoy debemos renovar nuestra convicción de que es posible que con la democracia se come, su cura y se educa.
Hoy debemos renovar nuestro compromiso con una Argentina sin niños que mueran por causas evitables.
Hoy debemos renovar nuestro compromiso de vivir en un país en el que el derecho al trabajo y la vivienda digna sean posibles. Sean una realidad.
Hoy renovemos nuestro compromiso con el sueño de la integración latinoamericana, que nos permita fortalecer a nuestros pueblos y así volver a mirar al mundo de pie y que el mundo vuelva a mirarnos con respeto.
Hoy debemos reafirmar nuestro compromiso de vivir en un país integrado, federal.
A 30 años de aquel primer discurso como presidente de don Raúl Alfonsín, volvamos a abrazarnos todos, a mirarnos a la cara y reencontrarnos en la alegría de aquel 10 de diciembre.
Vamos todos juntos a renovar nuestro compromiso de “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.
Hoy, a 30 años, renovemos nuestro compromiso de vivir en democracia para siempre.