El Fondo Monetario Internacional ha revisado hacia abajo las proyecciones de abril pasado sobre el desempeño de la economía mundial. Según el economista principal del Fondo Olivier Blanchard, “el crecimiento se ha debilitado en casi todas partes… particularmente notorio en los mercados emergentes”.
Ante el lento crecimiento de algunas economías industrializadas, tales como Estados Unidos y Japón, así como la recesión en Europa, los llamados BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— se convirtieron en las fuentes principales de dinamismo económico, demandando materias primas a tasas vigorosas. Esto fue de gran beneficio, entre otras, para las economías sudamericanas productoras principales de minerales y de otras materias primas.
La revisión hacia abajo de las proyecciones para todas las economías en desarrollo significa que en 2013 se espera un crecimiento de 5 por ciento, o sea 0,3 por ciento menos que lo anticipado en las proyecciones de abril. Individualmente, el Fondo pronostica que el crecimiento continuará en China a una tasa robusta de 7,8 por ciento, pero 0,3 por ciento menor que lo pronosticado en abril. Asimismo, en 2013 el pronóstico para Brasil es de 2,5 por ciento, o sea 0,5 por ciento menos que lo previsto en la primavera.
El economista jefe del Fondo Olivier Blanchard también le atribuyó la desaceleración en los mercados emergentes, del lado de la demanda, a la disminución de las exportaciones. Esto puede verse, por ejemplo, en menor demanda por el cobre chileno, por el mineral de hierro brasilero, o por los cereales argentinos, con la consecuente caída en los precios de dichas materias primas.