Un mal de estos tiempos

Ismael Cala

El estrés es un sentimiento común en la realidad moderna. Podemos padecerlo eventualmente, en momentos de mucha tensión, o de manera crónica y vivir siempre bajo su influjo. Esto último es muy dañino, pues atenta contra la salud.

Una de sus consecuencias más directas es la ansiedad. Sin embargo, a pesar de vivir bajo un estrés inevitable, existen técnicas que nos evitan un estado ansioso, sin necesidad de ayuda especializada. Les sugiero las más efectivas:

-Hacer ejercicios. No tiene por qué ser en un gimnasio. Podemos correr, caminar y hasta nadar, al menos cuatro veces a la semana.

-Dormir bien, un mínimo de ocho horas al día. Si el propio estrés conspira contra el sueño, podemos optar por beber infusiones naturales. Evitemos por todos los medios fórmulas químicas.

-Practicar la relajación, el yoga y otras técnicas similares.

-Intentar relajarnos, abstraernos de la realidad, cerrar los ojos y respirar pausada, lenta y profundamente, cuando advertimos que vamos a ser víctimas de un ataque de ansiedad.

-Sentarnos o acostarnos, si hay posibilidades, quitarnos los zapatos, mover los dedos de los pies, abrirlos al máximo y tratar de relajar el diafragma.

-Estirar el cuerpo, según consejo de especialistas, no solo a la hora de levantarse o de ir a la cama, sino en cualquier momento del día. Cuando nos estiramos, relajamos los músculos.

-Comer sano, intentar no saturar el cuerpo con toxinas y evitar el sobrepeso. Cuando nos adaptamos a una dieta correcta, evitamos una de las manifestaciones más dañinas de la ansiedad: comer constantemente. Es muy beneficioso ingerir arándanos, en fruta o en jugo; almendras, espinacas, avenas y hasta chocolate del más natural, del oscuro.

-Bañarnos con el agua lo más caliente posible. Si realizamos ejercicios en una piscina no térmica, nunca meternos de pronto, sino poco a poco, hasta que el cuerpo se adapte a la temperatura. Si es invierno y las temperaturas son bajas, dejar la piscina y correr o caminar.

-Leer, concentrarse en el mundo de la lectura. Si acompañamos la lectura con música suave y relajante, mucho mejor. Si no queremos leer, pues solo escuchemos música. Seguro nos calmará.

-Nunca consumir alcohol u otra droga para combatir la ansiedad.

 

Seguir estos sencillos consejos es muy importante. La ansiedad descontrolada le hace el juego al estrés crónico, que puede terminar en males mayores: presión alta, diabetes, dolores de cabeza y hasta problemas sexuales, entre otros.