Peligro ambiental en Villa La Angostura

José Brillo

Un camión de origen chileno que se dirigía a Osorno cargado de combustibles impactó contra un talud de piedras y derramó combustibles sobre la Ruta de Los Siete Lagos, en las cercanias de Villa La Angostura. El hecho ocurrió días pasados, sobre la Ruta 231, a un kilómetro del mirador del Lago Espejo; el conductor resultó ileso, pero el rodado derramó todo el combustible. con el peligro para el medio ambiente que esto representa.

Estos accidentes, protagonizados por camiones con cargas peligrosas y pesadas que transitan por Villa la Angostura y el Parque Nacional Nahuel Huapi, sumaron casi sesenta durante el año 2013, es decir uno por semana, de acuerdo al registro de la Asociación de Bomberos Voluntarios de Villa la Angostura, ocasionando pérdidas de vidas, de bienes materiales e impactos sobre el medio ambiente natural.

El tránsito de más de cien camiones por día por el Paso Cardenal Samoré, ubicado a menos de 40 kilómetros de Villa la Angostura, obedece a un “Convenio Argentino-Chileno de Transporte Terrestre en Tránsito para vincular dos puntos de un mismo país utilizando el Territorio del Otro” suscripto hace 40 años.

Por la cantidad de accidentes y el malestar de la población, y después de intensos y largos reclamos de los habitantes de la villa y de sus gobiernos y representantes, el gobierno nacional, a través de la Subsecretaría de Transporte Automotor, logró dictar la Disposición 1.403, por la cual se prohibió, a partir del pasado 16 de marzo, el tránsito de cargas peligrosas por esta región, obligando además a efectuar un exhaustivo control de sus cargas.

Esta resolución estuvo basada en un informe de la Administración de Parques Nacionales focalizado en que este tránsito configura un alto riesgo ambiental, ante eventuales derrames, escapes, vuelcos de vehículos y otras contingencias, en un área de altísimo valor ambiental y turístico, el primer Parque Nacional de la República Argentina y de Sudamérica, integrante de la reserva de la Biosfera Andino Patagónica y uno de los pilares del Corredor de la región de los Lagos.

Muchos de los accidentes fueron ocasionados por camiones transportando combustibles, gas licuado, detergentes, productos químicos, solventes y también cargas con insumos para la piscicultura, como alevinos. La prohibición tuvo sustento también en que la Ley 21.458 que aprueba el citado convenio, establece que “las partes contratantes podrán impedir el tránsito por su territorio cuando no se hayan cumplido los requisitos sobre seguridad nacional, aduana, migración, sanidad o cualquier otro que afecte sus intereses”.

Poco antes de ponerse en vigencia la prohibición, y con motivo del encuentro en Santiago de Chile de ambas presidentas, el gobierno nacional suspendió la aplicación de la Resolución 1.403 por seis meses, situación que fue formalizada tres semanas después, el día 7 de abril, por la Disposición 223 de la Subsecretaría de Transporte Automotor de la Nación. Se argumenta en esta norma la necesidad de incorporar en el Convenio suscripto entre ambos países al Paso Pino Hachado al norte de Samoré, como alternativa al tránsito de camiones entre ambos países.

Se han dado en este proceso múltiples irregularidades e incumplimientos que involucran a funcionarios y dependencias nacionales, como la Cancillería Argentina y la Subsecretaría de Transporte de la Nación, y que han ocasionado la suspensión de una norma nacional que prohibió el tránsito de cargas peligrosas por Villa la Angostura, sin la sanción de ninguna disposición contraria durante las tres semanas posteriores al 16 de marzo y mediante una norma que de ninguna manera puede en su sustento contraponer los profundos fundamentos que contiene la Disposición 1.403.

La estadística nos muestra un promedio de 60 accidentes por año. Es fácil de deducir que, durante seis meses de suspensión de la norma que prohíbe el paso de los camiones, podrían darse una treintena de accidentes, con pérdidas humanas, materiales y del medio natural. No caben dudas de quienes son los responsables de las próximas tragedias.