Está claro que Cristina y sus candidatos mienten. Por eso sus listas van a perder alrededor de 4 millones de votos respecto a las elecciones pasadas. Porque la “década ganada” es sólo una fábula.
No hay década ganada, ni “modelo nacional y popular”, con un represor como Milani al mando del ejército, con Chevron sacándonos hasta la última gota de petróleo y gas o con el verso de que se puede comer con 6 pesos por día, mientras la mayoría de los salarios y jubilaciones son de pobreza.
O cuando corruptos como Ricardo Jaime -responsable de las masacres ferroviarias- está en libertad. El kirchnerismo puede perder hasta la “madre de las batallas”: provincia de Buenos Aires. ¡Pero, ojo! Sergio Massa no es alternativa para los trabajadores y jóvenes. Se presenta como “nuevo”, pero estuvo con Menem, Duhalde, Cristina y ahora pactó con Macri. Lleva en sus listas a Felipe Solá, empresarios de la Unión Industrial que hace poco estuvieron con Cristina (De Mendiguren), burócratas sindicales como Barrionuevo y Daer, Graciela Camaño (ministra de Duhalde) y personajes del viejo PJ.
Para captar el voto de trabajadores, Massa propone elevar el mínimo no imponible del impuesto al salario (Ganancias), pero no eliminarlo. Mientras tanto, en Tigre tiene a sus empleados municipales contratados y cobrando miseria. Habla contra la inflación, pero siendo jefe de Gabinete de Cristina avaló la intervención del INDEC. Su propuesta contra la inseguridad -su “plato fuerte”- no es más que un bluff. Polemizó con Berni sobre el “robo de su casa”, pero hace días ambos coincidieron en que en Tigre viven grandes narcotraficantes contra quienes ninguno de ellos (ni el gobierno nacional ni el massismo) hace nada.
Sergio Massa quiere combatir la inseguridad con camaritas. Pero todos sabemos que eso es insuficiente si no se ataca a este “modelo” de pobreza -caldo de cultivo de violencia e inseguridad- y a las cúpulas policiales, judiciales y políticos patronales que dan protección a las mafias del narcotráfico, desarmaderos, juego clandestino y crimen organizado.
Muchos podrán creer que Massa es un “voto útil” para castigar al gobierno. ¡A no equivocarse! Tampoco lo son Binner y la UCR (que lleva a Stolbizer-Alfonsín). Son una nueva Alianza como la de De la Rúa y el Frepaso que nos llevó al fracaso en el 2001. Lo mismo “Pino” Solanas, quien se unió con Carrió y la UCR, mostrando que la centroizquierda no tiene nada de “progresista”. Todos gobernaron o gobiernan para las multinacionales y usureros de la deuda. El único voto útil para los trabajadores y demás sectores populares está en el FIT, que levanta propuestas de fondo y lleva candidatos de lucha.
El Frente propone un aumento salarial igual a la canasta familiar ($7.500). La eliminación total del impuesto al salario. El 82% móvil y contra el trabajo en negro. Por precios máximos y eliminación del IVA de la canasta familiar para frenar la inflación. Contra el pago de la deuda externa para volcar esos fondos a salario, trabajo, salud, educación, transporte y viviendas. Por la reestatización de los ferrocarriles y de todas las privatizadas bajo control y gestión de trabajadores y usuarios. Y una YPF 100% estatal.
Por eso nuestras listas (además de Jorge Altamira, Néstor Pitrola, José Castillo, Christian Castillo o mi candidatura) están integradas por quienes cotidianamente llevan adelante estas peleas, como Edgardo Reynoso y Mónica Schlotthauer, ferroviarios del Sarmiento junto al “Pollo” Sobrero.
Marcela Almeida, ex coordinadora del IPC-Indec desplazada por la intervención de Guillermo Moreno. Juliana García, hija de desaparecidos y luchadora por los derechos humanos. Graciela Calderón, docente y secretaria adjunta del Suteba Matanza, recuperado de manos de la burocracia kirchnerista.
Para que estas propuestas y candidatos estén presentes en las elecciones de octubre y poder conquistar bancas de izquierda, el FIT tiene planteado el primer desafío: superar el piso proscriptivo de las internas (PASO) este 11 de agosto. Un filtro antidemocrático para que la izquierda no llegue al Congreso. ¡Pero la izquierda tiene que estar! Para eso, acompañanos ahora con tu voto.