Bitcoin: una moneda en crecimiento

Leandro Fleischer

Esta nueva moneda es desconocida por muchos, sin embargo cada vez más gente alrededor del mundo se interesa en ella, ya sea para utilizarla como medio de intercambio de bienes y servicios, para ahorrarla, o bien por mera curiosidad.

Debido a que aún podría considerarse una novedad, hay quienes dudan de su viabilidad y no le faltan detractores. En este artículo intentaré explicar brevemente qué es y cómo funciona esta nueva forma de moneda, al tiempo que responderé a algunas de las inquietudes más comunes que despierta.

¿Qué es Bitcoin exactamente? Según uno de los creadores del sitio www.elbitcoin.org: “es una moneda electrónica descentralizada, concebida en 2009 por quien se ha dado a conocer como Satoshi Nakamoto (aunque su verdadera identidad se desconoce). El nombre Bitcoin se aplica también al software libre diseñado por Nakamoto para la gestión de dicha moneda, y a la red P2P (peer to peer, o red de “pares” bajo un mismo protocolo) que le da soporte. A diferencia de la mayoría de las monedas, el funcionamiento de Bitcoin no depende de una institución central, sino de una base de datos distribuida”.

Las transacciones realizadas con esta moneda son sumamente sencillas y rápidas, por lo que facilita y abarata cualquier tipo de compra, venta o donación, las cuales se realizan instantáneamente y sin intermediarios. Por ejemplo, una persona puede enviar 10 mil dólares a otra, sin importar la distancia que los separe, con un costo de transacción menor a un centavo; otra podría vender una obra de su autoría en la red sin demoras y sin recurrir a sitios como Pay Pal o tarjetas de crédito.

Como bien explica uno de los integrantes de este equipo de bloggers, “funciona como un libro contable descentralizado, en el cual los saldos no están ligados a los usuarios sino a las direcciones públicas que ellos controlan. El historial de todos los movimientos de bitcoins permanece almacenado en la cadena de bloques, una base de datos distribuida que mantiene el registro de todas las transacciones en cada uno de los múltiples nodos que integran la red. Estos nodos no son más que computadoras ejecutando el software de Bitcoin en todo el mundo, conectadas entre sí por medio de Internet”.

Existen diferentes maneras de obtener bitcoins: a cambio de moneda de curso legal, oro o plata; ofreciendo bienes y servicios; encontrando personas que estén dispuestas a vender; apostando; recibiendo fracciones de bitcoin de sitios que los obsequian a cambio de tareas muy simples; o bien a través de lo que se conoce como minería, término que remite a la extracción de metales preciosos.

Pero ¿qué viene a ser la minería en el caso de los bitcoins? Según el blogger, “es el proceso por el cual se verifica la legitimidad de las transacciones. Esto requiere un gran poder de cómputo, que es recompensado con bitcoins asignados a los mineros. Generar bitcoins cada vez será más costoso y nunca habrá más de 21 millones de unidades (aunque cada una de estas es infinitamente divisible). Bitcoin, por lo tanto, es un sistema blindado contra la inflación”.

A muchas personas les preocupa el hecho de que Bitcoin no tenga un “respaldo”. Sin embargo, tras ser consultado al respecto, el blogger asegura que “el respaldo de Bitcoin son sus cualidades monetarias, ni más ni menos. ¿Cuál es, acaso, el respaldo del oro?… ¡sus cualidades monetarias! Quienes usan Bitcoin no tienen que confiar en las promesas de un gobierno, sino en las inmutables leyes de la matemática”.

Otra lógica preocupación que existe es la del hackeo ¿Cómo puede una persona estar segura de que sus bitcoins no van a ser robados por hackers? a lo que el blogger respondió: “Según los expertos, una transferencia entre direcciones Bitcoin es varias veces más segura que una transferencia entre cuentas bancarias (sin contar el riesgo que implica la forzosa intromisión de terceros en el sistema bancario). El código de Bitcoin está abierto al examen de todos los interesados, y su arquitectura criptográfica admite actualizaciones futuras para hacer frente a potenciales vectores de ataque (de ser necesario con décadas de anticipación). La información que te permite controlar tus bitcoins no está en la red: está en tu poder, y puedes tenerla grabada en piedra, si así lo deseas, o bien guardada exclusivamente en tu cerebro”.

Dado que Bitcoin no depende de un poder central, uno se pregunta si los países podrían financiarse con Bitcoin u otras monedas parecidas que quizás vayan a existir en el futuro. Para el blogger: “si el uso de Bitcoin se sigue expandiendo viralmente, no les quedará más remedio que aceptarlo. Combatirlo es inútil, dada su naturaleza descentralizada”.

A pesar de todo lo que uno pueda escribir sobre Bitcoin, siempre habrán dudas y temores de que esta moneda pueda llegar a perder su valor a un extremo tal que acabe desapareciendo, y con ella la inversión de muchos individuos. Sin embargo, el blogger afirma que “es más riesgoso adquirir dinero de curso forzoso. La muerte súbita de las divisas estatales no es un evento infrecuente a lo largo de la historia – de hecho, es la norma”.

En un momento en el cual enviar información vía internet es instantáneo y prácticamente gratuito, no hay razón para que no pueda hacerse lo mismo con el dinero. Los “bitcoiners” piensan que Bitcoin es al dinero tal lo que el correo electrónico es al correo postal. ¿Para qué molestarse con un sistema obsoleto, si todo lo que necesitamos es acceso a Internet y, tras un simple click, en pocos segundos tendremos cualquier transacción finalizada? ¿Qué sentido tiene lidiar con todos los gastos, riesgos y pasos burocráticos que suelen acompañar a los métodos tradicionales, ahora que tenemos a Bitcoin?