El miércoles último participé como senadora nacional del plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores y Culto, de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales realizado en el Salón Azul del Senado de la Nación. Allí recibimos la visita del canciller argentino Héctor Timerman, quien dio detalles sobre el Memorandum firmado entre Argentina e Irán en referencia a la creación de la Comisión de la Verdad vinculada al atentado perpetrado a la sede de la AMIA en 1994, en nuestro país.
Llegué a la reunión de comisiones con muchas dudas sobre el acuerdo firmado y luego de escuchar al canciller creo que terminé la jornada con muchos interrogantes más. Timerman no disipó las incertidumbres del tratado de Argentina con Irán. No despejó las dudas sobre la investigación que se hará sobre lo actuado por el Poder Judicial actual. Tampoco quedó en claro el tema de la concurrencia de las autoridades argentinas y de las iraníes.
Entre mis dudas estuvieron: ¿Los dos jueces van a preguntar? ¿Qué va a pasar si el juez de la causa Rodolfo Canicoba Corral decide detener a algunos de los acusados? A la primera consulta, el canciller sólo respondió que sí, sin explayarse. La segunda pregunta tuvo como devolución: “No puedo adelantarme a los hechos”.
Por eso insisto, la presencia del canciller fue importante pero no mejoró en nada mi percepción pesimista o negativa respecto de la necesidad y de las ventajas de la firma del acuerdo.
Creo que es una ingenuidad pensar que Irán va a aceptar poner a disposición de la Justicia Argentina a su ministro de Defensa, nada más y nada menos. Quizás el gobierno nacional tenga buena intención pero se ha fallado mucho en la confección del memorando. Si es como dice Timerman y el gobierno, que esto va a ayudar en la búsqueda de la verdad, eso en el documento no está reflejado.
Por las razones antes esgrimidas es que estimo que no tiene sentido avanzar con esto, que no garantiza el reconocimiento de la verdad con un país que niega el Holocausto y quiere arrasar con el Estado de Israel, y que además viola los derechos humanos de la mujer porque permite la lapidación.
Por otra parte, considero que más allá de los errores cometidos en la elaboración del memorándum, lo que está buscando el gobierno argentino es abrir el juego económico con Irán en un año en el que en Argentina se está avizorando una crisis económica: hay inflación, no pueden dominar el dólar, hay más de un 40% de emisión monetaria. El país necesita inversiones y como no consigue que otros países vengan a invertir tienen que hacerlo con los capitales iraníes, quienes podrán venir a invertir en petróleo y otras áreas y a cambio de eso usarán a la Argentina como cabecera de playa de las operaciones de Irán.
Soy pesimista en la conformación de la Comisión y si se conforma quizás nunca se tomen las declaraciones y van a caer las notas rojas de Interpol, van a caer los pedidos de captura y la Presidenta lo que sí va a lograr es que venga dinero fresco, que es lo que necesita; todo esto a costa de los 85 muertos de la AMIA.