Por: Lisandro Varela
Francisco va con la guitarra de Slash, ese pibe que aprendió a hacerle algo a las cuerdas que te avisa que sos hermano de todos los que alguna vez amanecieron en la playa con las botas puestas.
Slash encontró, entre todas las maneras posibles, una diferente. Eso hizo Bergoglio cuando se subió a caballo a una ecuación perfecta que corre con la nafta de una idea cuyo tiempo ha llegado, como dijo arroba Goethe.
La fórmula del Papa es acumular legitimidad simbólica para pagar el costo político de ir contra curas manos largas, turritos del Excel u honestos con demasiado amor por la poltrona. Pero Pancho no es un justiciero. Es, mucho mejor, un megalómano que está haciendo que le vuelva la magia a ese elefante mundial hecho del aire transparente que hay en Saint Patrick’s y de las zapatillas aparatosas del cura que atiende en San Cayetano, Barrio de Belgrano Garrón, Buenos Aires, Argentina.
Una vez estaba muy deprimido en Washington porque no me quedaba plata para seguir estudiando. Entré a una iglesia chiquita de paredes rojas. Una placa decía que Kennedy, que había tenido que dar explicaciones por ser católico, iba a misa ahí. Me senté y recé para que apareciera la moneda. En eso llegó un tour de pequeños colegiales. Me pareció que Dios me decía que iba a tener la bendición de un niño pero no la de un diploma en inglés y sentí la tranquilidad segura de cuando te ponés místico.
Francisco empuja con el superpoder de los que representan una demanda profunda y verdadera. Francisco peronista del Perón que supo orientar el pararrayos hacia las nubes negras de mala onda de todos los que estaban afuera y querían entrar. La política es sobre conducir lo que existe con fuerza, no sobre inventarle necesidades a la gente. Francisco encontró petróleo cuando se dio cuenta de que la humanidad sabe que la que va ahora es frenar la codicia que tala bosques por plata, o tiene a los oficineros corriendo como locos para llegar al iPhone nueve. Al mundo le viene la época de la conciencia. Francisco entendió y por eso va sonar sólido en sus miles de sucursales que ahora son mas lindas.