Por: Luis Salmain
Frecuentemente se habla sobre la experiencia del gobierno desarrollista de Arturo Frondizi haciéndose mención a la gestión en el período 1958 a 1962, como si ese período hubiera sido homogéneo en cuanto a las políticas implementadas. Las políticas efectivamente implementadas por el gobierno de Frondizi reconocen cuatro etapas -que comentaré en este artículo y en uno próximo-. La correspondiente a los primeros meses de gestión, el lanzamiento del plan de estabilización a fines de 1958, la puesta en marcha de ese plan desde mediados de 1959 hasta mediados de 1961 y las medidas puestas en práctica durante el último año de gobierno.
1ª Etapa – Frondizi asumió la presidencia el 1º de mayo de 1958. Los primeros actos de gobierno, como así también los ministros y altos funcionarios, respondían a su tradición izquierdista. Durante esos primeros meses se adoptaron medidas económicas acordes con el carácter populista-redistribucionista de su propuesta electoral. Los salarios fueron aumentados en un 60% para compensar la pérdida del poder adquisitivo por la inflación (una decisión en gran medida política más que económica). Se mantuvo un riguroso control de precios, salarios y divisas y se puso en marcha una ley contra el agiotaje y la especulación. Se limitaron las importaciones, se envió un proyecto de reforma agraria al Congreso y se propició una ley de asociaciones profesionales que otorgaba privilegios a sus dirigentes. En resumen, la mayor parte de las regulaciones y controles del régimen peronista continuaron operando.
Sin embargo, el presidente estaba preparando un cambio fundamental. El cambio de rumbo hacia una mayor apertura económica se debió a la toma de conciencia de las reales dificultades económicas por las que el país atravesaba, particularmente, el desequilibrio de la balanza de pagos, la caída de las reservas y la suba de la tasa de inflación restringían seriamente las opciones de política. La nueva política de petróleo, con intervención de capitales privados, revirtió lo expresado en el libro Petróleo y política, donde se manifestaba absolutamente estatista y contrario a la actividad privada en la explotación petrolera y, en general, en todo el ámbito de los recursos energéticos. En este período, Álvaro Alsogaray elaboró, a pedido del presidente, un memorándum sugiriendo un cambio total de la política económica en el sentido de liberalizarla, asegurar la estabilidad de la moneda y abolir las regulaciones y controles (reflejando las ideas del Partido Cívico Independiente).
2ª Etapa – El 28 de diciembre de 1958 fue anunciado por radio y televisión el llamado “Programa de estabilización para afirmar el plan de expansión de la economía argentina”. Según las palabras del presidente, se trataba de una medida absolutamente necesaria, una decisión trascendental, que marcaba un antes y un después en la vida de la Nación y que trataba de dar solución a la grave crisis económica heredada para poder, por fin, poner en marcha el plan de desarrollo. Se llegó a un acuerdo con el FMI; se suprimieron los controles de precios y salarios; se liberaron los cambios y se pusieron en marcha muchos de los mecanismos de una verdadera economía de mercado.
Se adoptaba un rumbo diametralmente opuesto al seguido hasta entonces desde la época peronista (que en gran parte se había mantenido durante la Revolución Libertadora). Este cambio originó la renuncia del vicepresidente Gómez y los ministros y principales funcionarios en su fuero interno lo rechazaban. El presidente se movía en un sentido y sus colaboradores pensaban y actuaban en otro. Esto trajo conflictos durante el primer semestre de 1959: los sindicatos organizaron grandes huelgas, las FFAA desconfiaban del presidente por su formación ideológica anterior y el pacto con Perón y se fue configurando la amenaza de un golpe de Estado. Decidió entonces una audaz maniobra política: llamar a sus adversarios ideológicos a manejar el área económica en un sentido congruente con el cambio de frente del 28 de diciembre.
3ª Etapa - El 23 de junio de 1959, el presidente convocó a formar parte de su gobierno a Álvaro Alsogaray ofreciéndole la cartera de Economía; también desempeñaría la cartera de Trabajo y tendría facultades para designar todos los ministros y funcionarios del área. La política a ejecutar sería la explícita e implícita en los anuncios presidenciales del 28 de diciembre del año anterior. La incorporación al gobierno se concretó el 25 de junio de 1958.