Por: Marcelo Ramal
El sistema de “inscripciones online” para el ciclo lectivo 2014 ha sumido a la Ciudad en una grave crisis educativa. Según ha trascendido, existirían 17.600 alumnos sin vacantes, la mayor parte de los cuales pertenecen al nivel inicial (jardines). Pero esta cifra debe ser aun mayor: después de las inscripciones, y luego de haber recibido un mail de confirmación, miles de familias fueron colocadas en “lista de espera” o con vacante condicional.
En cualquier caso, y por las características del sistema online, la verdadera demanda de matrícula es un secreto celosamente guardado por el gobierno de la Ciudad. Los docentes, alumnos y padres han quedado completamente apartados del proceso de inscripción: la decisión de la escuela asignada y de la propia existencia o no de una vacante están bajo el arbitrio exclusivo y despótico del Ministerio de Educación.
Es claro que la incertidumbre en relación a las vacantes reclamadas empuja a muchas familias, particularmente en la enseñanza inicial, a buscar una vacante en escuelas o jardines privados.
Según la denuncia de directores de escuelas, el gobierno se ha servido del monopolio que dispone sobre la información de la matrícula para sobrepoblar algunas aulas y cerrar otras. Desconociendo la recomendación pedagógica de una población no superior a los 20/25 alumnos por aula, se han conformado cursos de hasta 40 alumnos. La contrapartida de ello es el vaciamiento manifiesto de muchos otros cursos, promoviendo su cierre. Ya en 2012, el gobierno intentó clausurar más de 200 cursos en todos los niveles, lo que parcialmente fue frenado por la movilización docente. Es evidente que la inscripción on line tendrá como secuela una nueva escalada de cierres de grados y cursos en el ciclo lectivo 2014.
El gobierno le ha dado amplia difusión a la compra de “módulos” o “containers”, cuyas características tampoco han sido colocadas a la consideración de la comunidad educativa. Mientras se gasta una suma exorbitante en esta compra, de dudoso resultado en términos pedagógicos y hasta sanitarios, tampoco se informa sobre los recursos edilicios que podrían estar ociosos en el propio sistema educativo de la Ciudad.
En este cuadro, la banca del Frente de Izquierda impulsa una iniciativa legislativa dirigida a quebrar esta tentativa de liquidación de la educación pública en la Ciudad. Nuestro proyecto asegura la inscripción integral y sin condiciones de todos aquellos que han solicitado una vacante en la escuela pública. Para ello, proponemos poner fin al manejo secreto del sistema de inscripciones por parte del Ministerio de Educación, abriendo la totalidad de los registros online (pedidos de vacantes) al control de representantes de la docencia, de los padres y de los estudiantes. Al mismo tiempo, reclamamos que se ponga a disposición de las vacantes solicitadas toda la infraestructura edilicia ociosa que pudiera ser aprovechada para dictar clases en condiciones pedagógicas y sanitarias adecuadas, junto con un plan inmediato de construcción de aulas y escuelas. Lo mismo en lo que respecta a horas cátedra y puestos de trabajo docentes, que la verdadera demanda de educación pública requiere ampliar y no -como se prevé en el plan macrista- recortar. Luego, planteamos la derogación de los decretos que permiten el cierre de cursos y grados.
Por último, nuestra iniciativa dispone la apertura inmediata de las escuelas a la inscripción manual, para todos aquellos que se encuentran sin vacante. Al ajuste educativo que pretende contrabandear el sistema online, le oponemos una enérgica intervención de la comunidad educativa, para asegurar el derecho a la educación pública del conjunto de la población trabajadora. Es claro que el programa propuesto por nuestro proyecto sirve también de plataforma de intervención para los sindicatos docentes. Ademys, y también la AGD-UBA, han dispuesto empadronar a familias que se encuentran sin vacantes, para centralizar un reclamo y una movilización sobre el ministerio.
Para tratar esta iniciativa, el Frente de Izquierda exige una sesión especial e inmediata de la Legislatura porteña.