Actualmente, la mayoría de nosotros trabaja de “nuevas” formas. Incluso las empresas tradicionales han adoptado prácticas de oficina como oficinas compartidas, áreas de relajo o trabajo remoto. Como resultado, firmas ya sean grandes o pequeñas han visto ganancias en productividad, creatividad y eficacia.
La música es otro aspecto del nuevo mundo laboral, con investigaciones que demuestran que también puede aumentar la productividad. En el Reino unido, el 65% de las Pyme declara que reproducir música aumenta la productividad de su personal y el 77% declara que puede aumentar la moral del personal. La música fomenta la comunicación y la colaboración del personal, al crear un espacio común. Puede generar una “personalidad” creativa de oficina que provoque una impresión positiva, tanto en el personal como en el cliente.
La visión opuesta
De todas formas, no todos son entusiastas sobre la música en la oficina. Un estudio descubrió que los cirujanos trabajan con mayor precisión y están más relajados cuando se reproduce música de su agrado. Aunque, desafortunadamente, un cuarto de los anestesistas dijo que la música reducía su estado de atención y dificultaba la comunicación con otros miembros del personal. De esta forma, por un lado se consigue mejores incisiones y suturas, pero por otro el anestesista tiene dificultades para concentrarse.
La situación con los cirujanos y los anestesistas destaca que hay veces que en el trabajo uno debe ceder. Los individuos se desempeñan mejor si pueden adaptar su entorno a su actividad. El tipo de música que energiza a una persona puede ser molesta para otra; la canción que puede fomentar la lluvia de ideas puede que no sea adecuada para el análisis detallado de datos.
Tocar las notas correctas
Para garantizar que la música sea realmente un camino a la productividad, debe seguir algunas reglas:
- No haga una fiesta. Casi tres de cada cinco personas afirman que mucho ruido de fondo deteriora su capacidad de concentración.
- No permita que una persona o grupo imponga sus preferencias musicales. Pida la opinión de todo el personal.
- Piense sobre las opciones musicales: ¿qué expresan de la empresa? ¿Es potencialmente ofensiva o poco estimulante? Al tratar de dejar a todos felices, corre el riesgo de acabar con música que todos toleran, pero que nadie realmente disfruta. Generalmente, se considera que la música sin letra es más eficaz en términos de productividad, pero limita sus opciones.
- Las personas están en la oficina para trabajar, no para actuar como DJ. No permita que las listas de reproducción los distraigan de sus tareas.
- Mantenga un área libre de música donde las personas puedan acudir si necesitan concentrarse.
- Considere la política en cuanto al uso de auriculares; estos permiten que cada uno elija su música, pero pueden hacer que exista poca comunicación.
- Preocúpese de las leyes de licencias. En algunos países, es necesario tener una licencia para reproducir música en un lugar público.
No sólo se trata de la música
Finalmente, admitir que el personal escuche música es sólo una parte de la forma en que se les permite hacer mejor su trabajo. Esta forma también incluye permitirles trabajar en entornos de oficina adecuados, en ubicaciones adecuadas y en horarios adecuados. La clave es ofrecer a todos los empleados cierto control sobre dónde y cómo trabajan. Si mide su desempeño por sus resultados, no deben abusar de esta flexibilidad.
Por lo tanto, en lugar de considerar la música de forma aislada, piense en ella en un contexto más amplio de cómo las personas pueden trabajar con mayor productividad. Tal vez algunos días quieran trabajar en una oficina colaborativa y llena de música y otros días en una ubicación más silenciosa o conveniente, como desde su casa o un centro de negocios. Este tipo de flexibilidad también puede reducir los traslados y mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, de forma que pueda ser beneficiosa para los negocios: el 72 % de los negocios declaran que el trabajo flexible mejora su productividad.