Por: Néstor Pitrola
Jorge Asís sostiene que Pedraza, el instigador de la patota que asesinó a Mariano Ferreyra, ha sido “arrojado a la hoguera”. Dice también que la “izquierda apretadora” ha producido “hasta una película” con esa finalidad. Le imputa a esa “izquierda” que haya transformado en un acto de heroísmo lo que no fue más que un “homicidio en riña”. Recoge, en estos términos, el inmundo libreto de los abogados que cobran 5 mil pesos por audiencia para lograr la impunidad para Pedraza. Asís asimila el caso al de otra “injusticia”, la que se cometió contra Sobisch con la acusación “absurda” de que fue responsable político del asesinato de Carlos Fuentealba -a quien describe como un maestro que “fue a impedir las vacaciones a quienes iban a Villa La Angostura”. Lo angustia que se le haya arruinado la carrera política a quien fue su compañero de fórmula presidencial en las elecciones de 2007.
Lo que preocupa a Asís es que, frente a estos hechos, el otrora “temible sindicalismo” se haya convertido en una “orquesta de señoritas”. Primero, “entregó a Zanola” y, ahora, a Pedraza. Pedraza -dice- se hizo cargo de una represión que el “Estado ha renunciado a ejercer”.
Asís no escribió esto para hacerse el niño malo de la película, sino que recoge lo que otros “dicen en los pasillos y no se animan a decir en público”. Introduce la situación de Pedraza en la crisis política que se viene desarrollando. Expresa la posición política del ambiente que lo rodea, poblado de menemistas, procesistas, exiliados del kirchnerismo ‘de Néstor’, por supuesto de duhaldistas y, ni qué decir, de la burocracia sindical. Asís devela el significado del ‘diálogo’ y la ‘reconciliación,’ que enarbola el ‘peronismo verdadero’, el cual busca asumir la dirección de la oposición política del campo capitalista.
Según Asís, no habría, entonces, que ‘enredarse’ en una lucha lateral contra la izquierda que quiere la perpetua para Pedraza, sino unificar a los que “hablan en los pasillos” en una estrategia de poder. La eliminación de la ‘molestia’ que ocasiona la izquierda sería un resultado secundario de la obtención de ese objetivo. El Estado se encargaría de lo que hoy se ‘terceriza’ y se arreglarían los entuertos con los ‘fondos buitres’, las mineras, los sojeros, abriendo así el camino a ‘la prosperidad de los argentinos’.
En definitiva, el desenlace del juicio oral y público entra con todo en la crisis política general. Nuestra palabra de orden es: perpetua para todos los ejecutores del plan criminal contra los compañeros tercerizados.