Por: Nicolás Pechersky
Algo que no podemos negar de Cristina es que escucha al electorado. No da conferencias de prensa. No está acostumbrada a responder preguntas de ningún tipo. No debate. No escucha. No tiene reuniones de equipo con su gabinete. No da seguimiento a obras o planes de gobierno. Pero no podemos decir que no escucha a los electores.
En el país del 54%, pocos días después de la mayor victoria del kirchnerismo, anunciaron una de las medidas económicas más impopulares, la clave del éxito para perder para siempre la simpatía de la clase media: nos prohibieron comprar dólares. Cuando ganaron en 23 de las 24 provincias, consiguieron la mayoría de las gobernaciones, lograron mayoría absoluta en ambas cámaras y con el apoyo casi incondicional de la opinión pública, se volvieron el gobierno de la intolerancia, de la ceguera y por sobre todo de la arrogancia.
De repente no se pisó más TN. En cambio, avanzaron en una fuerte política de compras hostiles de canales de televisión, radios, revistas y diarios. Se quedaron con todo menos con Clarín. No por falta de ganas, sino porque la justicia hasta ahora no lo permitió. En el país del 54%, Aerolíneas Argentinas no es la empresa del déficit y el sobreprecio, es la aerolínea de bandera que conecta los puntos más lejanos del país.
En el país del 54%, Boudou estaba en la cresta de la ola, se había logrado convertir al peronismo y había lavado en agua bendita, al menos por un tiempo, sus dudosos crecimientos patrimoniales. En el país del 54%, Kicillof es un economista exitoso y Lorenzino no se quiere ir. Ahora por suerte perdieron y por goleada. Ahora es tiempo del país del 26%. A sólo dos años del épico triunfo, miren cuanto cambió el país.
De repente, el salario no es ganancia y bajaron un impuesto que era injusto y que por culpa de la inflación cada año era peor. De repente la inflación existe. En el país del 26%, el titular de la AFIP va a TN a dar explicaciones de una nueva medida de gobierno. Cristina anuncia que va a abrir la mesa de debate, tanto en el congreso como a nivel internacional, para resolver las deudas que tiene con los acreedores del estado.
En el país de la derrota kirchnerista, el candidato a la provincia también se asoma por TN. Da explicaciones de su gestión, de sus propuestas y de su gobierno. En el país del 26%, este mismo candidato dice que quiere debatir con cada candidato de la provincia. Por suerte son brutos, toscos y de rápida acción. Pocos días después de cada resultado electoral podemos ver lo que son realmente. Si perder las elecciones los obliga a revisar sus políticas, a cuidar el salario de los trabajadores, los lleva a debatir, a escuchar y a visitar canales que odian, entonces brindo por la derrota total e innegable del kirchnerismo en esta y en todas las elecciones que le sigan.