Por: Roberto Quattromano
“Esta ley es una victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.
(María Eva Duarte)
En 1946, María Eva Duarte pasó a presidir la Comisión Pro Sufragio Femenino y comenzó a trabajar para que las mujeres llegasen a las urnas. La actitud de Evita fue fundamental en la construcción de esta ley porque gracias a su apasionada lucha por la justicia social y su coraje para enfrentar a los poderosos de esa época quedó sancionada esta ley.
Sin dudas este hecho cambió la cultura política de nuestro país y modificó las reglas de juego de la vieja república conservadora y la democracia engañosa. En esa ocasión fue la lucha por un derecho postergado y no una medida oportunista.
El 9 de septiembre de 1947, con los palcos del Congreso repletos de mujeres, se logró la sanción de la Ley Nº 13.010, que se promulgó el 23 de septiembre del mismo año.
Hoy las mujeres eligen y son elegidas, y son ellas quienes garantizan la mirada de género que oxigena la política y define su rol.
Pero esta realidad que hoy parece natural, es hija de una gran lucha, que comenzó un día como hoy pero hace 66 años, con una joven y gran mujer que convertía a todas las mujeres en protagonistas inevitables de nuestro destino político. Fue otro de los tantos logros del peronismo y corresponde celebrarlo, en estos tiempos de mala memoria y supuestos refundadores de la Patria.