Obamacare: la ley que dejó a Estados Unidos al borde del default

Rubén Murray

Luego de más de dos semanas con organismos públicos paralizados y con el mundo expectante por un desenlace favorable, finalmente los miembros del Congreso de Estados Unidos llegaron a un acuerdo provisorio para evitar el default.

A tan sólo horas del plazo estimado por el secretario del Tesoro americano, Jack Lew, para caer en cesación de pagos, demócratas y republicanos definieron aprobar el financiamiento para el Gobierno hasta el 15 de enero, elevar el techo de endeudamiento hasta el 7 de febrero, y crear un comité bipartidario que debe elaborar un nuevo proyecto de presupuesto antes del 13 de diciembre a efectos de definir una solución de más largo plazo.

Lo preocupante es que el principal motivo que llevó a esta situación es el rechazo de los republicanos al nuevo sistema de salud conocido como Obamacare. Resulta llamativo e irresponsable que el principal partido opositor haya utilizado la ley de presupuesto como instrumento de negociación, llevando a la principal potencia del mundo al borde del default para tratar de que se modifique o se derogue la ley que rige el nuevo sistema de salud.

Este nuevo sistema entrará en vigencia a partir del 1º de enero de 2014, y a través de él se exige a las compañías aseguradoras de servicios de salud otorgar cobertura a todos los solicitantes y ofrecer las mismas tarifas sin importar su estado de salud o sexo. Asimismo se otorgan subsidios a quienes cuenten con bajos ingresos, y se amplía el rango de personas a las que abarca Medicaid, que es el programa de salud para personas de más bajos recursos.

Esta ley cuenta con el apoyo de los demócratas que fueron quienes la impulsaron, pero fue resistida desde un comienzo por parte de los republicanos.

Argumentos a favor de los demócratas: Lo que manifiesta el oficialismo americano es que esta norma busca expandir la cobertura médica para incluir a millones de estadounidenses que no cuentan actualmente con cobertura de salud, debido a la delicada situación económica que atraviesan los americanos y a los altos costos que tiene para ellos el sistema de salud. En definitiva, se busca proteger a sectores vulnerables de la población para que tengan una adecuada cobertura médica.

Argumentos en contra planteados por los republicanos: El partido opositor estadounidense plantea que esta ley arruinará su sistema de salud y afectará negativamente la economía por el costo que la misma representará para el Estado. Lo que manifiestan es que generará un mayor déficit y por lo tanto se requerirá de mayor endeudamiento para financiarlo.

Hay que tener en cuenta que esta ley fue aprobada por el Congreso, promulgada en marzo de 2010, y adicionalmente en 2012 la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos falló a favor de su constitucionalidad, por lo que no hay excusas para impedir su aplicación. Por lo tanto, si los tres poderes del estado aprobaron esta ley, resulta inexplicable que los republicanos recurran a este tipo de presiones para modificarla.

No se debe usar como instrumento de negociación algo tan importante como es la aprobación del presupuesto nacional, y menos dejar a un país al borde del default. Esta situación genera incertidumbre, desconfianza, deja una mala imagen de la clase política americana, y afecta no sólo a la economía de Estados Unidos sino también la del resto del mundo.

Lamentablemente, Estados Unidos depende de la responsabilidad y seriedad de los políticos para que esta situación no se repita cada vez que se discuta una nueva ley de presupuesto. Los políticos deben ser conscientes de que hay millones de personas en el mundo que dependen de sus decisiones, y deben actuar con responsabilidad por el bien de todos.