Por: Sergio Bergman
La educación es un cimiento donde se asienta toda construcción social. Sin ella: viviríamos condenados a la ley del más fuerte. Gracias a ella: aprendemos, nos capacitamos, nos instruimos y nos hacemos más humanos en la familia extendida que somos como sociedad.
Por eso presentamos en el Congreso un Proyecto de Ley de Agencia Federal de Evaluación de la Calidad Educativa (AFECE), cuya función principal será proveer información cualitativa y cuantitativa destinadas al diseño de políticas educativas que garanticen el principio de equidad y calidad para todos los alumnos del territorio nacional.
Y lo hacemos a través de una ley porque las políticas públicas en materia educativa no deben encontrarse sujetas a las voluntades de los poderes ejecutivos que detenten el poder según el momento histórico. Es menester y responsabilidad del Estado, en particular del Congreso de la Nación, el dictado de normas que aseguren la equidad educativa en todo el territorio nacional.
Es fundamental disponer de información precisa y confiable en el momento adecuado, ya que permite evaluar la situación frente al objetivo primordial del sistema educativo: que todos y cada uno de los niños, jóvenes y adultos puedan acceder, permanecer y egresar del sistema educativo con los saberes necesarios para insertarse en la sociedad.
Porque el futuro no es lo que vendrá, sino lo que hacemos hoy para que eso suceda.