Por: Silvina Moschini
La computación en la nube, lejos de ser una moda efímera, ya está instalada como un nuevo paradigma tecnológico que está revolucionando la gestión empresarial, en conjunto con otras transformaciones como el teletrabajo y el marketing digital. Sus beneficios son especialmente valiosos en el mundo de los negocios, tanto para las grandes empresas como para las pequeñas y medianas. Las ventajas que aportan estas tecnología van desde la reducción de costos hasta la posibilidad de implementar más rápidamente nuevas soluciones tecnológicas, que permiten ingresar en la competencia con empresas de mayor porte.
El concepto de computación en la nube se sostiene en la posibilidad de acceder a servicios tecnológicos a través de un proveedor externo, conéctandose de forma remota y sin necesidad de realizar implementaciones costosas. Así, las empresas pueden pasar de gestionar la tecnología internamente a contratarla de forma tercerizada, ahorrando en infraestructura y teniendo la posibilidad de innovar e implementar nuevos servicios de forma más rápida. Una de las ventajas más reconocidas del cloud computing es la reducción de costos, que se da de manera doble. Por un lado, se reduce la inversión en adquisición y renovación hardware y, a la vez, esto permite reducir espacio y consumo eléctrico. Según datos de IDC, las pymes pueden ver reducidos sus costos entre un 10% y un 20% adoptando la tecnología en nube.
Dos de las cualidades que no pueden dejar de mencionarse son el dinamismo y la movilidad. La nube brinda la posibilidad de utilizar herramientas de forma remota, ahorrando tiempo en instalaciones además de espacio en almacenamiento en disco. Con el software instalado en un espacio virtual, los empleados pueden acceder a sus herramientas de trabajo desde donde lo necesiten, y equipos que no se encuentran juntos fìsicamente puedan trabajar con facilidad de forma coordinada. Por otra parte, mediante la nube es posible disponer de las actualizaciones a las herramientas tecnológicas de manera inmediata y sin gastos ni esfuerzos extra.
Por último, debemos prestar atención a la oportunidad para aumentar la competitividad que el cloud computing representa para las pymes. La posibilidad de contratar software en forma de servicio acerca a las pequeñas compañías a herramientas específicas para sus necesidades, que pueden elegir entre un gran abanico disponible. De esta manera pueden obtener acceso a tecnologías sofisticadas que de otra manera no podrían utilizar debido a los costos de imlementación e infraestructura, lo que las pone en mejores condiciones a la hora de competir con empresas de mayor envergadura.
Particularmente en América Latina, el crecimiento experimentado por la computación en la nube en los últimos tiempos es contundente.Tal como lo indica un estudio de TataConsultancyServices, Latinoamérica es el continente que más rápido ha adoptado el nuevo paradigma del cloud computing. De hecho, el 42% de las aplicaciones corporativas de la región están alojadas en la nube, lo que supera ampliamente las cifras de otras regiones. En Asia-Pacífico, por ejemplo, la migración a la nube es de un 29%, mientras que en Estados Unidos las soluciones basadas en cloud computing representan un 19% y en Europa sólo un 12%.
Esto se debe, en gran parte, a las posibilidades que brindan estas tecnologías para promover la innovación, la reducción de costos y el aumento de la competitividad. Hernán Calderale es vicepresidente de ventas para el sur de Latinoamérica de CA Technologies, una de las compañías productoras de software empresarial más importantes del mundo. La empresa cuenta con una amplia gama de soluciones destinadas a apoyar la migración de los negocios al cloud computing y, en este sentido, Calderale asegura que “la nube ha hecho posible que compañías de todo el mundo crezcan más rápido al mismo tiempo que reducen costos, pero su impacto ha sido especialmente fuerte en América Latina. Una de las causas radica en que las empresas latinoamericanas no tienen un legado tecnológico tan amplio, pero en cambio tienen facilidad para adaptarse rápidamente a los cambios e innovar.”
En este sentido, los informes de TCS estiman que para el 2014 el 54% de las aplicaciones utilizadas por las empresas latinoamericanas estarán alojadas en la nube. Esto significa que, en cualquier lugar del mundo los beneficios de la tecnología cloud están listos para ser utilizados por cada vez más empresas, incluso pequeñas y medianas, en pos de más eficiencia, productividad y competitividad.