Por: Tomás Bulat
Finalmente el viernes se adelantó el pago del cupón PBI para que Argentina cumpliera sus obligaciones con el exterior.
Dada esa medida, las reservas alcanzan hoy los 43.000 millones de dólares, es decir, el nivel más bajo en años y 3.500 millones menos que a comienzo del 2012. Esta caída es el resultado luego de prohibir el atesoramiento de las familias, transferir divisas por dividendos de las compañías y reprimir las importaciones, principalmente de los bienes de capital.
El nivel es preocupante, no sólo por su monto sino por su tendencia, que es a disminuir, aunque el año próximo se descomprimen algunos frentes. La Argentina tendrá más ingresos por exportaciones de soja, se ahorra fondos por no tener que pagar deuda, ya que se terminó el pago del Boden 2012 (unos 2.200 millones) y no se pagará el cupón PBI (unos 3.000 millones).
Pero también tendrá más importaciones de energía, unos 6.000 millones adicionales, y contará con menores ingresos debido a la caída de exportaciones no sojeras.
La recuperación de las exportaciones de autos a Brasil sigue generando dudas, y aunque se produzca, hay que recordar que el sector es deficitario en dólares.
El problema no es la salida, sino la entrada
Como las reservas están en un nivel muy bajo, la sensibilidad por cuidar los dólares seguirá creciendo y con ellos los controles y restricciones. Porque en cuanto se relajan un poco la demanda crece rápidamente, entre otras cosas, porque el dólar está barato.
No solo eso, como la inflación esperada del año 2013 es superior a la actual, eso obligará a que el gobierno acelere la devaluación del dólar oficial, pero difícilmente al mismo ritmo inflacionario, logrando que el dólar se encuentre cada vez más barato y -por lo tanto- sea más demandado.
Si las restricciones a sacar dólares continúan o se incrementan, la entrada se restringe automáticamente. Nadie entra a algún lugar voluntariamente si piensa que después no lo dejarán salir.
Por lo tanto, las reservas en el 2013 tendrán un año complicado, porque sólo con mantenerlas ya es un mal resultado. 43.000 millones son apenas 7 meses de importaciones, muy lejos de lo aconsejable.
El primer semestre está siempre destinado a acumular lo que se gastará en el segundo, pero si el dólar continúa restringido y barato, las “victorias” serán solo de corto plazo.
John Hicks, un gran economista inglés, dijo en 1931 “no hay nada más efímero que las reservas“. Ya son pocas, para que crezcan no hay que seguir prohibiendo, hay que estimular que entren. Menos garrotes y más zanahorias.