Por: Alfredo Atanasof
Nunca el Movimiento Obrero Argentino, en su rica historia, estuvo tan dividido como en el presente. Al menos son cinco las centrales que reclaman la representación del sector. Y muchos sindicatos han sufrido divisiones y creaciones de sindicatos en paralelo, consecuencia a veces de un acto electoral mal resuelto o por pujas ideológicas.
Si los 1° de Mayo en nuestro país fueron mayormente días de lucha y los menos de festejo, hoy debe ser un momento de reflexión y análisis de todos los dirigentes, sea cual sea su nucleamiento. Sean secretarios o delegados. Estas líneas tienen esa intención.
A quienes creen que primero está la ideología, las opciones electorales o los proyectos políticos, los invito a releer al conductor del Movimiento social más grande de América Latina. “Y debemos confesar que la acción está siempre por sobre la concepción. Un punto de partida para la unidad de concepción. Y que permita en el tiempo desarrollar la acción” explicó Juan Domingo Perón en múltiples oportunidades. O sea, la famosa“unidad en la acción” debe procurar ser un punto inicial de concepción, pero primero hay que pensar, qué nos une en la acción.
Pues bien, la dirigencia sindical debería preguntarse entonces cuál es el punto inicial de concepción que permita luego forjar la acción que resulta en realidad prioritaria. En la historia del Movimiento Obrero está la respuesta.
Existen para todos los sindicatos cuestiones que son irrenunciables , sea quien fuere el presidente electo en 2015. Ellas son:
La negociación colectiva.
El derecho laboral protector de los trabajadores.
Los regímenes de Seguridad Social.
La salud de los trabajadores y sus familias.
Hay cuestiones ligadas a estas temáticas que forman parte insustituible: la solidaridad entre sindicatos y movimientos y la batalla permanente para generar empleo de calidad. Constituyen en sí misma el “punto inicial de concepción”. Ahora bien, ¿y cuáles serían las acciones políticas que convoquen a la mayoría de las centrales obreras dispersas?
Los sindicatos son keynessianos por naturaleza propia y precisamente por ello logran sobrevivir a las épocas de crisis. Las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos y los partidos políticos siempre que encontraron los canales de comunicación apropiados llegaron incluso juntos a moldear hasta las relaciones internacionales. Y con ello, expandieron el desarrollo político propio. En este momento, deberán fortalecer el papel de convergencia con otros movimientos sociales y partidos políticos para así afianzar políticamente a los trabajadores.
Todos los dirigentes sindicales saben que es una táctica compleja. Y resulta más intrincada porque unos y otros siempre fueron conscientes de que la viabilidad social y el diálogo se resuelven siempre en el campo de la política. Y cuando llegamos a este punto de la reflexión, muchos dirigentes sindicales consideran que deben encontrar un frente electoral, o dirigente político partidario para generar la demanda de los trabajadores como alianza política, como compromiso o con candidaturas sindicales que puedan acordar con el candidato.
Saben además que los sindicatos lograron ser reconocidos cuando convergieron con algún partido político, cuando fueron el eje de un movimiento político en la conquista del poder y la consecuente aplicación del desarrollo con equidad. Si el Movimiento Obrero alcanzara un mayor grado de unidad, si sostuviera la unidad en la acción en funcion de las cuestiones irrenunciables, entonces no solo estaría en condiciones de sentarse a debatir con cualquier candidato. Sino se transformarían en una referencia obligada para todos los candidatos.
Resta apenas algo más de un año para la próximo elección presidenc ial. El sindicalismo argentino siempre supo –por fundamentos políticos y experiencia histórica- que las plataformas socio-laborales forman parte y deben ir asociadas con políticas públicas que garanticen el desarrollo social con equidad.
Muchos de nosotros pudimos comprobar hace algunos años , en foros y encuentros internacionales, que los dirigentes sindicales argentinos eran muy respetados precisamente por la capacidad que tenían para mantener la unidad. Otros países latinoamericanos ya padecían la cara de la dispersión y la división: el gobierno de turno y los poderosos de siempre los ignoraban en sus propios países.
La Unidad hay que intentarla antes de la conformación del nuevo gobierno y de cara a los partidos políticos que disputaran el 2015.
“Y recuerden trabajadores, únanse y sean más hermanos que nunca. Sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa Patria, en la unidad de todos los argentinos” dijo Perón.
Más que nunca, en un 1° de Mayo.