Por: Carlos Arbia
En los últimos días, circula en el mercado financiero un trabajo que es considerado por los voceros económicos de Mauricio Macri como una alternativa para salir del cepo cambiario a través de lo que llaman una devaluación indolora. El autor es el economista Andrés Neumeyer, director del Departamento de Economía la Universidad Torcuato Di Tella e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El trabajo El dólar y los precios: anticipando el fin del cepo llega a las siguientes conclusiones: “Liberar el cepo y dejar flotar el peso, aun con una devaluación del tipo de cambio oficial igual a la brecha entre éste y el dólar blue, no implicaría necesariamente un aumento en el valor en el precio los bienes, porque estos ya están valuados al tipo de cambio libre o ilegal anticipado por el mercado”. Agrega: “Cuanto más claros sean los líderes políticos acerca de la fecha en que liberen el cepo y acerca de su programa monetario y, por ende, fiscal y financiero, más suave será la transición de un régimen cambiario a otro”. Sostiene, también: “La decreciente credibilidad del cepo indujo a los agentes económicos a valuar los precios de los bienes al dólar libre o ilegal a un dólar superior que el oficial, por lo tanto si hay una devaluación del peso, esta no se trasladará a los precios y no generará inflación”.
El economista explica que el alarmante bajo nivel de las reservas internacionales de libre disponibilidad del Banco Central indica que el cepo cambiario es insostenible. Se plantea, entre otros aspectos, ¿qué pasará con el precio del dólar y con la inflación el día que se libere el cepo?, ¿cuál sería el precio del dólar en un mercado único y libre de cambios?, ¿cuánta inflación se producirá si el dólar oficial se libera y se lo deja flotar? Neumeyer considera que la respuesta está en los precios, que contienen información sobre su valor futuro y plantea que el llamado pass through, esto es, el porcentaje de la devaluación que se traslada a los precios de los bienes de la economía será muy bajo, por consiguiente, una devaluación no tendrá casi impacto en los precios, tal como ocurrió con la devaluación de enero de 2014. Lo que los economistas llaman una devaluación indolora para la sociedad.
Pero se podría plantear que ese análisis no es del todo correcto, en particular porque podemos citar varios factores que juegan en contra. Por ejemplo: a) que la economía sea abierta y hoy no lo es, ya que Argentina es el país con más casos perdidos en la Organización Mundial de Comercio; b) que haya equilibrio en el mercado de trabajo, hoy no se crea empleo en el sector privado y se genera mucho empleo en el sector público; c) que el mercado de bienes esté en equilibrio y esto no se cumple, dado que hace cuatro años que el PBI per cápita cae; d) que haya equilibrio en el mercado monetario, hoy está totalmente desequilibrado por la fuerte emisión monetaria y la existencia de unos doscientos mil millones de pesos de dinero sobrante en poder de los agentes económicos (money overhang) que por el cepo están atrapados, pero si se levanta, podrían irse rápidamente al dólar y generar una corrida cambiaria. En resumen, Neumeyer no analiza que hay un problema de stock y no de flujos en la economía.
Pese al trabajo de Neumeyer, los voceros de Cambiemos estiman que habría que tener un mercado desdoblado con tres tipos de dólar antes de salir del cepo. Un dólar oficial para las operaciones de comercio exterior, un dólar financiero para las operaciones de futuros y, por último, un dólar libre que sería el reemplazo para el dólar ilegal. Para su estudio, Neumeyer considera un llamado dólar PPP, que es el cociente entre el costo en pesos de una canasta de bienes en Argentina y el costo en dólares de la misma canasta en Estados Unidos. La canasta contiene 250 bienes en las categorías alimentos, combustibles y electrónica y el peso de cada grupo de bienes en estas categorías es consistente con el de los índices de precios al consumidor.