Por: Carlos Regazzoni
La estrecha relación entre contenidos educativos y edificios escolares no es nueva: en 1849 decía Sarmiento que “antes de establecer sistema ninguno de enseñanza, debe existir un local de una forma adecuada”. Sin embargo, tras años de desinversión, a mediados del 2007 la situación de las escuelas de la ciudad había llegado a un extremo tal que se llegó a sancionar la denominada “Ley de emergencia de los establecimientos educativos de gestión pública”. La actual gestión puso manos a la obra para corregir esta grave situación que ponía en riesgo la seguridad de alumnos y docentes, la calidad del sistema, y que amenazaba a uno de los pilares del futuro de nuestra sociedad: el orgullo por la escuela pública. La consecuencia es que nunca se ha invertido tanto en las escuelas públicas como durante la gestión de Mauricio Macri.
A valores de hoy (corregidos por inflación Congreso), en estos cinco años de gobierno se invirtieron dos mil cien millones de pesos en los setecientos treinta edificios escolares que posee la Ciudad. Solamente en 2011 se invirtió seiscientos millones de pesos, más que 2006 y 2007 sumados. El presupuesto destinado a obra en escuelas terminó el año pasado con un 88% de ejecución, superando ampliamente las gestiones anteriores.
Toda esa inversión se tradujo en 24 nuevos edificios escolares, 25 ampliaciones de grandes dimensiones en edificios preexistentes, y más de 900 obras menores entre las que debemos contar más de 100 reemplazos de instalaciones eléctricas, unas 300 obras de gas y calefacción, la rehabilitación general de unos 20 edificios, la reparación de casi 100 techos y pluviales, entre otras 400 obras más. Se ha respondido a muchos problemas edilicios desatendidos por de más de 50 años. Todavía queda mucho por hacer. Instalaciones contra incendios, matafuegos, señalética, 313 obras de accesibilidad a la fecha, y la puesta en valor de edificios históricos como el Otto Krause, o el Normal 9 (actualmente en obra), son parte de los trabajos que actualmente se encuentran en marcha.
La ciudad cuenta hoy con unos 400.000 alumnos de todos los niveles. En ellos se han venido invirtiendo 200.000 netbooks con conexión a Internet en todo el ámbito capitalino, más de 3 millones de libros de texto y manuales escolares, útiles, transporte, y alimentación. Las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires proveen hoy casi 200.000 desayunos diarios, 75.000 almuerzos, y un número similar de viandas. En este sentido se ha sancionado y reglamentado una ley de alimentación saludable que es pionera en el país, con dietas recomendadas y un grupo de profesionales que supervisan rutinariamente la calidad de productos e instalaciones.
En estos momentos el Ministerio tiene 277 obras escolares en ejecución, y unas 300 intervenciones adicionales de mantenimiento. El sistema implementado de mantenimiento en escuelas es único en su tipo y ha despertado el interés de varios países vecinos. Este año se terminarán 17 edificios escolares más y se invertirán casi 500 millones de pesos adicionales en infraestructura. Se construyeron 14 jardines de infantes nuevos y hay 6 más para finalizar. Se pondrán en marcha tres escuelas modelo para pacientes con dificultades motoras, auditivas, y visuales, y la primer escuela con diseño especialmente pensado para alumnos con trastorno general de la maduración. Esto sumado a los enormes avances en integración escolar, maestras de apoyo, y todo un sistema para promover la inclusión.
Falta mucho por hacer, pero es evidente que la tendencia ha pasado a ser francamente positiva como prometiera el Jefe de Gobierno al comienzo de su mandato. Y la necesidad de cambio de tendencia en la Argentina es enorme. Pensemos que a nivel nacional necesitamos duplicar las vacantes existentes de escuela media si pretendemos 100% de terminalidad secundaria (una meta hoy a más de 50 años de distancia). Ahora bien, la única respuesta al desafío es el esfuerzo constante y planificado. La educación y otros caminos estratégicos para nuestro desarrollo son imprescindibles en la gran Nación a que aspiramos. Y esta gestión tiene la plena convicción que el futuro de nuestro país empieza en la escuela.