El atrasado informe del Departamento de Trabajo sobre creación de empleo fue decepcionante. Aun antes del cierre del gobierno, sólo 148.000 nuevos empleos fueron creados en septiembre y la tasa de desempleo descendió a 7,3 % desde 7,2 %. El mes entrante, cuando se tengan en cuenta los efectos del cierre del gobierno, esas cifras serán peores. El sector privado en septiembre creó la mayor parte de los nuevos empleos, en sectores como el comercio al mayoreo y el transporte, incluso en la construcción. Además, los gobiernos locales y estatales están contratando de nuevo. El freno proviene del gobierno federal, el cual ha estado perdiendo empleos en forma consistente.
En comparación con el año pasado, en septiembre el empleo en el gobierno federal disminuyó 3,1 %. Según el New York Times, el mes pasado, el número de personas civiles empleadas por el gobierno federal era el más bajo desde agosto de 1966, cuando Lyndon Johnson era presidente. Más aún, hoy el gobierno federal emplea 2 % de la fuerza de trabajo civil, mientras que en 1966 con menos población, la misma cifra fue de 4,3 %.
Estas cifras sobre el empleo público confirman la conclusión del banco central de que la política fiscal, lo que el gobierno gasta y recibe, está restringiendo el crecimiento económico. Un estudio reciente de la firma de investigación Macroeconomic Advisers concluyó que este año la incertidumbre fiscal ha aumentado la tasa de desempleo en 0,6 %, equivalente a 900,000 puestos de trabajo perdidos.