Por: Joan Cwaik
Caminando por la calle pasamos junto a una tienda de ropa que nos gusta mucho. La remera de la vidriera nos llama la atención. “¿La tendrán en mi talle?”. Antes hubiéramos entrado a preguntar. Ahora, con solo apuntar nuestro celular, podemos recibir una enorme cantidad de información y saber no solamente que dicha prenda efectivamente está disponible en nuestro talle, sino también en qué colores, qué descuento tenemos en este local y qué otros artículos podrían interesarnos de acuerdo con nuestras últimas adquisiciones. Incluso algunas aplicaciones nos permiten comprobar si la camisa nos queda bien sin tener que probárnosla. Bienvenidos al mundo de la realidad aumentada.
En los últimos cinco años, con el auge de los nuevos dispositivos móviles y el avance de la web cada vez más inmersiva, comenzó a utilizarse el término realidad aumentada (RA) para referirse a las tecnologías que permiten incorporar al mundo real elementos del mundo virtual (ya sean etiquetas, videos, mapas, información adicional a la disponible a simple vista), enriqueciendo por lo tanto la percepción humana. A diferencia de la realidad virtual, que crea un mundo nuevo que está aislado del real, la RA implica una interacción entre la información física y la tecnología.
En la actualidad, los dispositivos que nos permiten acceder a la RA son económicos y están al alcance de una gran mayoría de la población. Se trata principalmente de los smartphones, que -gracias a diversas aplicaciones y tecnologías- nos posibilitan acceder a las diferentes capas de información no disponibles mediante nuestros cinco sentidos. Por ejemplo, al llegar a un bar podemos saber, con solo enfocar el lugar con una pantalla inteligente, si alguno de nuestros contactos de determinada red social está allí, cuáles son las bebidas que se sirven, qué recomendaciones de la barra han hecho usuarios anteriores e incluso si alguien del lugar sería potencialmente compatible con nosotros como pareja.
Todo ello es posible gracias a elementos del dispositivo tales como la cámara, el GPS, su acelerómetro, que, combinados con sistemas de reconocimiento visual e información disponible en la nube, nos permiten una experiencia de fusión de la realidad visual y virtual. Además de los smartphones, dispositivos como los Google Glass, posibilitan cada vez más una experiencia rica e integradora. Y todo parece indicar que esto es solo el comienzo.
Realidad aumentada y videojuegos
Jugar un videojuego implica aceptar nuevas reglas de un mundo que, si bien ficticio, para quien está jugando es muy real. Si hay un campo del entretenimiento en el que las tecnologías de la RA se aplican desde hace ya varios años, es el de los videojuegos. Sin embargo, aún no hemos visto más que la punta del iceberg si tenemos en cuenta las perspectivas que los desarrolladores tienen en mente para los próximos años.
Ya desde la década del ochenta Jaron Lanier, un informático neoyorquino, popularizó el concepto de realidad virtual, concepto que más adelante fue diferenciado del de realidad aumentada, en los años noventa. La idea de una tecnología capaz de hacernos sentir rodeados por otro universo, de desconectar los sentidos de la realidad que nos rodea para sumergirnos en una nueva parecía de ciencia ficción hace unas décadas. Actualmente dispositivos como Oculus Rift y el proyecto Morpheus de Sony son lo más similar a esto.
Las gráficas de resolución todavía no han alcanzado la nitidez que sí tienen en consolas tradicionales, pero todo parece indicar que de aquí a diez años la forma de jugar videojuegos se modificará para siempre. Y no solamente se trata de pasar el rato: de acuerdo con Eric Klopfer, profesor del Instituto Tecnológico de Massachussetts, los videojuegos están convirtiéndose en una valiosa herramienta de enseñanza. Los niños aprenden más y mejor cuando pueden aplicar sus conocimientos en simulaciones, aventuras y cualquier otro juego que, para divertirse, plantee un reto estimulante a nivel intelectual. Por ahora, la única resistencia parece provenir de los docentes, a los que les cuesta manejarse en estas tecnologías que tanto atrapan a sus alumnos.
Realidad aumentada y televisión
La realidad aumentada viene revolucionando la industria del entretenimiento, y la televisión no podía quedarse atrás. Desde aplicaciones que te permiten elegir el mejor modelo de televisor para ubicar en el espacio disponible en tu casa hasta pantallas virtuales que se proyectan en los estudios de televisión con los resultados de las elecciones minuto a minuto, las posibilidades que ofrecen estas nuevas tecnologías son tantas que podemos afirmar con seguridad que ver televisión ya no volverá a ser lo que era antes.
¿Qué le deparará el futuro a la industria de la realidad aumentada y la televisión? En principio, las posibilidades no se limitan a lo que produzcan las cadenas televisivas, sino que cualquier desarrollador independiente puede crear sus propias capas de información para extender la experiencia televisiva. La proyección de películas en 3D sin necesidad de una pantalla gigante parece indicar que, en un futuro, la televisión podría directamente prescindir de un televisor. Cualquiera con un dispositivo de RA podría proyectar su programa preferido en cualquier espacio.
Realidad aumentada y la industria editorial
El libro y el folleto parecían a punto de quedar obsoletos frente a la tecnología del libro electrónico. Se debatía si los dos formatos tenían alguna chance de subsistir, o si el papel era cosa del pasado que quedaría definitivamente atrás. Y entonces, la RA apareció para inyectarle una nueva vitalidad a la industria editorial. Lo mismo ocurre con la prensa escrita: la RA está achicando la brecha entre el periódico impreso y su versión digital.
Con respecto a los libros, los e-books pueden enriquecer su contenido a partir del empleo de tecnologías como el acelerómetro. Y aun en libros en papel, la incorporación de imágenes 3D, sonido y video puede transformar radicalmente la práctica de la lectura. En cuanto a los periódicos, la tendencia en Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Italia y otros países es incorporar elementos de RA para los lectores que emplean smartphones. Periódicos como La Stampa o Il Tirreno permiten a sus lectores ampliar la información desplegada en ciertas páginas al enfocarlas con sus dispositivos, incorporando elementos como video.
Y las ventajas de la RA no se reducen a la ficción ni a las noticias. Las mismas posibilidades pueden aplicarse tanto a libros informativos como a manuales o enciclopedias, que plantean oportunidades únicas para revolucionar la educación. Un grupo que se beneficiará muy pronto será el público infantil, con libros de texto con los que puedan interactuar para aprender jugando, o con personajes de sus historias favoritas saliendo de la pantalla. También los anunciantes de periódicos o revistas pueden salir ganando con el empleo de tecnología RA. De cualquier modo, a futuro, la aplicación de RA en la industria editorial ofrece tanto beneficios para los usuarios como para las empresas.