Un pacto contra la ciudad

Marcelo Ramal

El macrismo envió a la Legislatura un supuesto “plan maestro” para los barrios de Soldati y Lugano (Comuna 8). Están en juego unas 500 hectáreas, que podrán ser concesionadas o vendidas a capitales privados. Entre otros predios, el “plan” contempla la cesión de casi la mitad del Parque Roca a la federación empresarial camionera, para el desarrollo de una playa de cargas en aquel espacio verde. Además, el ex Parque de la Ciudad será concesionado para recitales arancelados, en favor de una corporación internacional de la industria del espectáculo. El administrador de este remate de tierras será la Corporación del Sur, un ente del estado porteño que funciona como caja autárquica y paralela al presupuesto del Estado, en el “modelo” de Puerto Madero. Nada indica, por lo tanto, que los ingresos por la venta de tierras apuntalen a una urbanización social, como se sugiere difusamente en este ‘plan’. Como prueba de ello, y en la misma Comuna 8, la urbanización de la Villa 20 y la construcción de un verdadero hospital en Lugano duermen el sueño de los justos.

El tratamiento en sesión de este proyecto, previsto para el jueves pasado, fue postergado. Pero los motivos de la dilación son tan graves como los del propio “plan”. No es un secreto que la Legislatura tiene pendientes varios proyectos que apuntan a una vasta privatización del suelo. Es el caso de la Isla Demarchi, donde el kirchnerismo impulsa un desarrollo inmobiliario camuflado en un polo Audiovisual, o del emprendimiento Solares de Santa María de IRSA, para edificar una legión de megatorres de lujo junto a la reserva ecológica de la Costanera Sur. En esa lista, también se encuentra la “rezonificación” del Parque Tres de Febrero en Palermo, la construcción de megashoppings en Caballito y en Palermo y la entrega de una manzana de Colegiales a un grupo privado de la industria del espectáculo.

Este paquete sería tratado después de las elecciones y, naturalmente, antes del recambio de legisladores. Como ya ocurrió en otras oportunidades, la “última noche” de la actual Legislatura podría ser el escenario de un gigantesco canje de favores para avanzar en estas enajenaciones. Hay un antecedente claro: el acuerdo que en diciembre pasado suscribieron el PRO y el kirchnerismo, para la venta de tierras ferroviarias y del Edificio del Plata –este último, para financiar la construcción de un “Centro Civíco” a costa de terrenos del Hospital Borda.

Quienes apoyan el remate del suelo en la Comuna 8 lo hacen en nombre de “desarrollar al Sur postergado”. Pero estas operaciones inmobiliarias elevarán el costo del suelo y de la propiedad, reducirán los espacios verdes públicos y acentuarán la tendencia a expulsar de la Ciudad a quienes viven de su trabajo. Por el contrario, propugnamos un desarrollo urbano que arraigue a los trabajadores a su Ciudad, uniendo a la vivienda con el lugar de trabajo, de estudio y recreación. El destino de las tierras de la Comuna 8 debe ser resuelto a través de la deliberación de sus propios habitantes. La urbanización de los barrios precarios, la reconstrucción de los complejos habitacionales, así como de la escuela pública y los deteriorados espacios verdes, son las prioridades de la agenda popular.

Es necesario que las organizaciones empeñadas en la defensa de la vivienda y el espacio público unan esfuerzos para impedir que se consume este despojo. La constatación de esta “Legislatura de negocios” refuerza, como nunca, la necesidad de que ingrese una bancada del Frente de Izquierda.