El 28 de febrero pasado, súbita e inesperadamente renunció el Papa Benedicto XVI. Quedarán en él y en algunos pocos allegados, las verdaderas causas de su renuncia, ya que esto no sucedía desde hace más de 600 años cuando el Papa Gregorio XII lo hiciese, en el año 1415.
Inmediatamente se llamó al Cónclave, modificando los tiempos establecidos por Pablo VI, por allá en el año 1975, adelantado así la fecha de elección del nuevo líder de la Iglesia Católica. Fueron 115 los Cardenales iluminados por Dios, quienes tuvieron a su cargo tan importante misión. Sólo dos Cardenales faltaron a la cita, el Arzobispo de Yakarta, Indonesia, y el Arzobispo de Saint Andrews-Edimburgo, Escocia. Conformaron el Cónclave, 60 Cardenales europeos, 14 estadounidenses y canadienses, 19 hispanoamericanos, 11 africanos y 11 representantes de Asia y de Oceanía. Cada uno de ellos siendo a su vez electores y elegibles.
La Iglesia Católica cuenta con aproximadamente unos 1200 millones de fieles dispersos por todo el mundo. El 40 % de esta población católica, habita en América Latina. Pero llamativamente, también es ésta la región del mundo donde el catolicismo ha sufrido durante los últimos años, la mayor pérdida de fieles, casi un cuarto del número total, a favor de agrupaciones religiosas, que han surgido como nueva alternativa, proporcionándoles una mayor contención frente a problemáticas tan añejas como actuales: pobreza , violencia, narcotráfico, y descontento social . Esto explicaría el por qué era esperable que el nuevo Papa perteneciera a esta región .
El 13 de marzo, para sorpresa de todos los argentinos, llenándonos de orgullo e inmensa alegría, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio es electo nuevo Papa. En el día de hoy se está llevando a cabo la ceremonia inaugural, durante la cual celebrará una misa frente a mandatarios de todo el mundo, en la Plaza de San Pedro. Así, bajo el nombre de Francisco, quedará ungido como el primer Papa del continente americano, marcando un hito en la historia.
La pregunta clave es: ¿retomará el nuevo Papa, la obra iniciada por Juan Pablo II quien supo recorrer el mundo y llevar la Iglesia católica a todos aquellos rincones que la quisieran recibir con sencillez, humildad y amor? ¿Comenzará una primavera para la Iglesia Católica?
Definitivamente creo y espero que sí. El Papa Francisco viene dando desde el comienzo ejemplos de humildad y austeridad en un mundo donde ambas cualidades están muy ausentes, sobre todo en quienes detentan poder. Francisco, ya en su primera aparición pública, en la Plaza de San Pedro, optó por una simple túnica y manto blanco dejando sentada su sencillez. Conservó su cruz pectoral de hierro que lo ha acompañado a lo largo de su vida como misionero. Y hasta sus negros zapatos que se dejaran ver bajo su túnica, aquellos mismos con los que recorriera las villas de nuestra Argentina, marcaron diferencia con aquellos que supiera lucir Benedicto XVI, rojos de lujosa marca.
En un nuevo acto de humildad y grandeza, ya como Papa, Francisco decidió volver a su hotel no sólo a buscar sus pertenencias, sino a saludar a todos sus empleados y a pagar su cuenta con dinero propio. ¿Cuántos políticos en el mundo harían algo semejante? Para muchos, llegar al poder implica no volver a poner dinero del bolsillo propio.
También decidió que el anillo que le será entregado en el día de hoy, llamado Anillo del Pescador, en honor a San Pedro, sea de plata dorada, diferenciándose de su antecesor cuyo anillo era de oro macizo.
Al visitar Santa María la Mayor, lugar donde reside el Cardenal norteamericano Bernard Shaw, de 82 años, acusado de no haber impedido más de 5000 casos de abuso sexual , encubriendo a 250 curas pederastas entre los años 1984 y 2002, al cruzarse con él, luego de un breve saludo, comentó a quienes lo acompañaban, que estaba decidido a enviarlo a un convento de clausura lo antes posible, para que allí cumpliera con el retiro espiritual que anunció que haría cuando renunció al Arzobispado de Boston. Esto según cuenta en su edición de esta semana el diario italiano Il Fatto Quotidiano.
Rompió el protocolo y con modestia saludó uno por uno, a los fieles que se acercaron a la capilla Santa Ana, tras la misa del domingo pasado.
Recibió a nuestra Presidenta en un lugar preferencial habiendo estado enfrentados en muchas oportunidades siendo Arzobispo de Buenos Aires. Le entregó el documento surgido de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, titulado, “Aparecida”, redactado en Brasil, el 30 del Mayo del 2007, oportunidad donde fuera Presidente. Este documento traza un claro lineamiento de la visión de la Iglesia Católica frente a los problemas surgidos como consecuencia de la globalización y un capitalismo descarnado, y las formas de enfrentar y mejorar las desigualdades y la violencia en el mundo.
Finalmente, el Cardenal Stanislao Diziwisz, antiguo secretario de Juan Pablo II, dijo recientemente, que el Papa Francisco seguirá los pasos de Juan Pablo II ya que está igual de convencido que del marxismo tampoco ha dado soluciones a los problemas sociales .
Ojalá Francisco nunca se olvide de Jorge Mario Bergoglio, y siga fiel a sus convicciones, contagiando con su ejemplo a cada paso, a líderes del mundo entero. Que vuelvan a resurgir la humildad y la austeridad en un mundo que atraviesa una profunda crisis de valores. Los líderes del mundo deben necesariamente siempre recordar que el poder legítimo es aquel que les es otorgado por el pueblo, por lo tanto, deben servir a su pueblo y no servirse de él para sus propios intereses mezquinos.