Por: Maximiliano Ferraro
“Si se extiende el horario del subte llegás antes y tenés más tiempo para trabajar, estudiar, disfrutar de la familia, de los amigos y de la ciudad”. Esta es una de las frases que usamos con el objetivo de difundir y promocionar nuestro proyecto de ley para extender el horario del servicio del subte de la Ciudad de Buenos Aires de modo que funcione de 5 a 1.30 de lunes a sábados, y los domingos y feriados, entre las 7 y la medianoche.
Estoy convencido de que como legislador porteño tengo la posibilidad de trabajar para lograr simples cambios en el funcionamiento de los servicios públicos que pueden producir grandes mejoras en la vida cotidiana de los ciudadanos. Y esto es una enorme oportunidad para todos, por eso desde el 2012 venimos haciendo campaña para extender el horario del subte. Acabamos de lanzar otro formato de nuestro proyecto histórico: la campaña 2.0 “Llegás antes”.
Hoy los porteños como individuos modernos de una gran ciudad, vivimos preocupados en controlar el reloj: el tiempo, en qué lo usamos, cómo lo exploramos y ocupamos determina nuestra existencia, nuestro bienestar y la posibilidad de vivir mejor. Citadinos alejados del medio natural y su reloj ligado a las estaciones y a los ciclos de la naturaleza, nuestro tiempo y su uso adquiere otra magnitud para nosotros. Creo que el tiempo de los porteños es un dato valioso y concreto, que pretendemos proteger con este proyecto de ampliación horaria de uno de los principales medios de transporte de la Ciudad. Según el sociólogo Norbert Elias, el tiempo es un dato social, un concepto y un símbolo humano de un alto nivel de síntesis, es un instrumento especial de orientación humana en el devenir de la vida. “En la actualidad se necesita el tiempo para orientarse en la ejecución de una multitud variopinta de tareas”.
Por eso “llegar antes” es un gran progreso en la vida diaria, la extensión del horario del subte redundará en beneficio de trabajadores, estudiantes y pasajeros en general que, por sus obligaciones particulares, necesitan que se les garantice un medio de transporte público como es el subte en horarios más amplios que la estrecha franja actual. También significará menos alcohol al volante, menos accidentes de tránsito y más seguridad vial para todos.
Por otro lado, está claro que no hay razones técnicas ni sociales que fundamenten la situación actual que coloca a la Ciudad de Buenos Aires con uno de los servicios de Subte con el horario más reducido de Latinoamérica y el mundo.
Si bien con este proyecto no pretendemos un servicio de 24 horas como el de la Ciudad de Nueva York, porque las características técnicas de nuestro sistema imposibilitarían las tareas de revisión y mantenimiento de infraestructura del material rodante que se realizan en el horario sin servicio, contempla avanzar en una prestación del servicio similar a los horarios en los que funciona el Metro de Madrid (hasta las 2.00 AM), el Metro de San Pablo (hasta la 1.00 AM), el Metro de Londres (hasta las 00.30 PM), el Metro de Barcelona (hasta las 00.00 PM), o el Metro de Santiago de Chile (23.40 PM).
Con la ola privatizadora de los 90 y la concesión a manos del Grupo Roggio, a pedido de los empresarios, el horario fue restringido ya que se “necesitaba más tiempo para realizar las imprescindibles obras de modernización que solo eran posibles durante el horario nocturno”, excusa que continúa hasta nuestros días.
Entonces la ampliación del horario desde una dimensión social generará efectos positivos en los miles de trabajadores y estudiantes que utilizan el transporte público en dichos horarios, desde una dimensión económica estimulará el ámbito comercial nocturno y desde una dimensión técnica planifica un sistema de transporte ordenado para la Ciudad.
Extender el horario actual significa: “Más tiempo para trabajar, estudiar o disfrutar de la ciudad”, esa es nuestra propuesta, se puede realizar, no hay argumentos para demorar esta posibilidad. En definitiva creo que es tiempo de hacerlo.