Por: Maximiliano Ferraro
A estas alturas de la campaña electoral porteña la ciudadanía debería exigir que la discusión política cobre la altura que los problemas e ideas de la Ciudad requieren.
Desde hace unas semanas las declaraciones de los candidatos del Frente para la Victoria tienen un único objetivo: atacar a ECO y a las personas que lo conformamos y que nos presentamos como alternativa de gobierno. Esas declaraciones intentan crear una especie de oxímoron sobre la supuesta igualdad de las propuestas de Martín Lousteau y las de Horacio Rodríguez Larreta.
ECO, nuestras candidaturas y prioridades políticas representan una alternativa a los ocho años de gobierno del PRO y eso está poniendo nerviosos a los candidatos del FpV. Hoy más obsesionados en encontrar similitudes entre ECO y el PRO que en explicarle a los porteños qué proponen.
Su frustración es entendible porque en la Ciudad venimos diciéndoles que no desde hace años a sus propuestas y ecuaciones electorales.
En cambio, con ECO queremos gobernar y sabemos cómo hacerlo, tenemos otras prioridades, propuestas y nuevas ideas. Propiciamos el diálogo sincero con todos los sectores como política primordial para una ciudad tan compleja, heterogénea y diversa como Buenos Aires. Y lo más importante es que estamos convencidos y en condiciones de lograr una evolución para todas las personas que la habitamos, trabajamos, estudiamos, transitamos, padecemos y disfrutamos.
Sabemos que ahorrando los 3 millones de pesos por día que hoy el Gobierno de la Ciudad usa en publicidad oficial podríamos -por ejemplo- construir jardines maternales para niños y niñas de 45 días a 3 años de edad u otras prioridades.
Sabemos que generando políticas de Estado consistentes se mejoran áreas como educación, transporte público y tránsito, basura o espacio público.
El kirchnerismo se acuerda de los porteños y sus problemas en época de elecciones, nosotros venimos hace rato trabajando en la ciudad, la conocemos, la recorremos, la vivimos y la transitamos. Hace un poco más de 3 años que como legislador porteño pude comprobar ese juego de blancos y negros que tanto el PRO como el FpV quieren instalar como escenario para estas elecciones. Y también pude comprobar cómo llegaron a acuerdos para votar leyes que los benefician tanto a unos como a otros.
El PRO y el FpV votaron en conjunto la venta del Edificio del Plata -una operación de casi 80 millones de dólares- que financiará el proyecto de Centro Cívico a construirse en terrenos del Hospital Borda. El PRO apoyó al FpV al votar en conjunto la aprobación de dos proyectos para la rezonificación de cinco terrenos del ferrocarril en Pompeya, Parque Patricios, Palermo, Caballito y Liniers que serán destinados a “proyectos integrales de urbanización e inmobiliarios”, del plan PROCREAR, del Gobierno Nacional.
Como legislador porteño y candidato voy a ser opositor a todos los acuerdos políticos que perjudiquen a la Ciudad de Buenos Aires. Nuestro compromiso es con los porteños, ese es el espíritu de nuestra propuesta y de la evolución que necesitamos.