Por: Pedro Robledo
Históricamente, el mes de mayo fue revolucionario para nuestro país. Esta semana se cumplen 204 años del surgimiento del Estado argentino y no hay mejor manera de homenajearlo que trabajando por su futuro.
Ayer hemos dado el primer paso de un largo camino que vamos a recorrer para ayudar a los jóvenes a vencer el consumo de drogas. Parecía imposible lograr este acuerdo y poder hacer realidad esta idea. Sin embargo, la voluntad y el entendimiento de dirigentes y militantes produjo numerosos encuentros desde diciembre del año pasado que culminaron en la Mesa de Juventudes Políticas.
La causa de este acuerdo juvenil interpartidario es comunicar a la gente que respecto a las drogas, las tres juventudes políticas más importantes de la Argentina (La Cámpora, UCR y PRO) han logrado llegar a un punto en común: recuperar a los jóvenes que son víctimas de unos de los flagelos sociales más grandes y reincorporarlos a la vida social.
La juventud es el motor de nuestro país, y un motor que no funciona al 100% nunca logrará llevar a su piloto al primer puesto. Si queremos llevar a la Argentina al podio, lo primero que tenemos que hacer es despojarnos de todos los prejuicios existentes con respecto al diálogo interpatidario. Pertenecer a fuerzas distintas no significa ser oponentes; así como trabajar en conjunto con otras fuerzas no significa haber cerrado pactos de poder.
Cada uno de los representantes que nos sentamos en esta mesa a dialogar mantuvimos nuestras posiciones y convicciones. Todos estamos al tanto del grave problema social que implica el alto consumo de drogas en nuestro país, y ante esta situación concreta decidimos trabajar en conjunto.
Como jóvenes no podemos mirar para otro lado y desentendernos de esta situación, porque son nuestros hermanos, primos, novios y novias los que están inmersos en estos obstáculos que les impiden desarrollarse como personas. Como argentinos tampoco podemos tolerar tener a millones de jóvenes bajo el efecto de estupefacientes que hora tras hora consumen sus neuronas dejándolos totalmente al margen del sistema social.
La realidad social nos ha llevado a comprender que, si bien nuestros intereses muchas veces son opuestos, es necesario resolver este problema en conjunto, ya que para eliminar las adicciones debemos actuar en forma conjunta, activamente y sin interrupciones.
Haber logrado lanzar esta mesa me llena de orgullo como joven y como argentino. Marca una “revolución” en la política de la útima década y me parece una excelente forma de homenajear a nuestro país en un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.