Por: Ruben Ullúa
La soja y el maíz son dos cultivos que suelen competir entre sí debido a que ambos son son productos agrícolas estivales y por lo tanto el productor debe en cada campaña dirimir la conveniencia de hacer uno u otro. Esta decisión no sólo se limita a las condiciones estrictamente técnicas y comerciales, sino también a las expectativas de precio que se pueda tener para cada uno de los productos una vez levantada la cosecha.
Hacia los meses de agosto y septiembre del año 2012, tanto el precio internacional del maíz como el precio de soja se encontraba testeando valores históricos. En ese momento, el ratio o valor relativo entre ambos commodities (soja versus maíz) se encontraba en niveles de 2 veces a 1. Es decir, se necesitaba tener dos toneladas de maíz para cubrir una tonelada de soja.
Sin embargo, en los últimos años este ratio se ha modificado, y bastante. En efecto, si bien tanto la soja como el maíz ingresaron en un proceso de corrección mayor desde los máximos conseguidos en el año 2012, la caída del cereal no sólo ha sido mucho más importante en términos porcentuales, sino que incluso los precios del maíz no han tenido mayores recuperaciones intermedias, situación que sí ha ocurrido con la soja. De hecho, si tomamos como referencia los precios de “soja Chicago” y “maíz Chicago” del próximo vencimiento (julio 2014), veremos que el valor relativo entre los mencionados commodities se encuentra en niveles de 3.2 veces a 1, lo que muestra claramente como el cereal ha perdido terreno frente a la oleaginosa en todo este período.
Ahora, lo que resulta interesante destacar, que este ratio se ajusta bastante en vista a los valores futuros que nos marca la soja y el maíz hacia los próximos meses. De hecho, si tomamos como referencia el contrato de “soja de Chicago” para noviembre del 2014 con respecto al contrato del “maíz Chicago” para septiembre de este año, veremos que el ratio ya se baja fuerte a niveles de 2.8 veces a 1, con lo cual nos indica que el cereal podría comenzar a recuperar terreno en vista a los próximos meses frente a la fortaleza que trae la oleaginosa.
Cabe aclarar que no es tan importante el hecho que el ratio se ajuste ante el cambio de contrato en vista a la nueva cosecha estadounidense, sino que resulta aún más interesante observar la probabilidad de tendencia del valor relativo de un commodity respecto al otro. Es decir, si debemos pensar que este ajuste del ratio a favor del maíz en vista a los próximos meses es un hecho temporal ante el cambio de contrato o si por el contrario podremos considerar la posibilidad que el cereal comience a recuperar terreno como tendencia principal en vista a los próximos años con respecto a la soja.
En este sentido, resulta interesante observar la siguiente gráfica, donde nos muestra claramente un ciclo temporal de 30 meses continuos desde el año 2002, con respecto al comportamiento del ratio soja vs maíz.
Tomando como referencia enero 2002, momento en que comenzó el bull market de la última década en estos commodities, veremos que durante los primeros 30 meses el ciclo estuvo a favor de la soja, es decir, la oleaginosa ganó terreno frente al cereal, llegando a niveles de 3.5 veces a 1. Sin embargo, hacia los siguientes 30 meses el ciclo cambia, es decir, entre julio del 2004 y finales del 2006, quien salió beneficiado en el ciclo ha sido el maíz y el ratio se ajustó a niveles de 1.6 veces a 1 respecto a la soja. Posteriormente, entre finales del año 2006 y mediados del año 2009, la soja comienza a tomar fortaleza respecto al cereal y el ratio alcanza instancias de 3.3 veces a 1.
Entre mediados del año 2009 y finales del año 2011, una vez más es el maíz quien lidera el ciclo respecto a la soja y el ratio regresa hacia niveles de 1.8 veces a 1. Finalmente desde finales del año 2011 que la soja ha tomado nuevamente fuerza relativa respecto al maíz, para alcanzar actualmente las instancias de 3.2 veces a 1 con el cereal (tomando como dato el contrato próximo a vencer que es el de julio 2014).
El punto de relevancia es que el ciclo de 30 meses a favor de la soja, que diera inicios a finales del año 2011, finaliza justamente el próximo mes de julio. Es por ello que, dando seguimiento a este ciclo temporal de 30 meses, podríamos considerar que en vista a los próximos dos a tres ciclos de ambos cultivos, el maíz podría comenzar un proceso de recuperación en su precio, a valor relativo con la soja. Esto no significa que el precio de la soja vaya a perder mucho terreno, sino que el maíz es quien puede comenzar a ganar mayor protagonismo respecto a la oleaginosa en vista a los próximos dos años. Veremos.