Por: Ruben Ullúa
Tras el inicio de año bajista que tuvo el mercado local, que llegó a perder en las primeras tres semanas operativas cerca del 21% en términos de pesos y del 18% en términos de dólares, el índice Merval ha logrado recuperarse en el transcurso de estos meses y a pocos días de finalizar el primer cuatrimestre del año, para pasar a terreno positivo, acumuló un ganancia cercana al 16% en términos de pesos y al 4% en términos de dólares.
Esta recuperación del índice lo coloca en niveles muy cercanos a sus registros históricos, que han sido de 14.600 puntos, hacia finales de noviembre del pasado año, para el Merval en pesos y de 1057 puntos, en mayo del 2015, para el índice Merval en dólares.
Este accionar alcista desarrollado por el mercado de acciones en los últimos meses no es un dato menor, ya que, en definitiva, las acciones han tenido que competir en este período con niveles de tasas muy altos en términos de pesos. Sin embargo, la duda que se le presenta actualmente al inversor es si este avance materializado durante los últimos meses debe considerarse como parte de una tendencia alcista mayor directa de fondo o si, por el contrario, debemos considerarlo como un movimiento de carácter temporal, para que luego la baja del mercado quede retomada hacia los próximos meses, como continuación de un proceso correctivo mayor que diera inicio en la zona de máximos históricos.
En este sentido, para poder responder desde el análisis técnico esta incógnita, lo primero que debemos hacer es evaluar si el movimiento de avance desarrollado desde los mínimos de enero pasado tiene características tendenciales, lo cual debemos decir que, en principio, sí las tendría. Pero, al mismo tiempo, debemos evaluar si el avance desarrollado guarda la fortaleza necesaria como para considerar la continuación directa de los precios hacia niveles superiores de los máximos históricos en pesos y en términos de dólares. En este punto es donde la situación no está tan clara.
En efecto, entre las herramientas analíticas con las que contamos los tecnichals para evaluar la fortaleza de una tendencia en curso, destacamos sin lugar a dudas la respuesta del volumen tranzado, es decir, la cantidad de dinero operado. Básicamente, cuando el mercado se encuentra en una tendencia alcista y el volumen operativo de ese mercado tiende a ser creciente, la interpretación analítica que se hace de ello está asociada con que el inversor en términos generales tiene apetito comprador y por tal motivo está dispuesto a ingresar al mercado, aun cuando este ya se encuentra en crecimiento. Es decir, la suba de precios, con suba de volumen es indicio de una tendencia fuerte. Sin embargo, al analizar la respuesta que ha dado el volumen operativo del mercado en el proceso de recuperación desde los mínimos de enero pasado hasta el momento, no se ha logrado apreciar dicha fortaleza, lo cual nos mantiene en estado de alerta.
De hecho, el volumen tranzado en términos de dólares tanto en el mes de febrero como en el mes de marzo por el índice Merval ha sido de 365 millones de dólares. Sin embargo, cuando nos detenemos en el mes en curso, el mes de abril, próximo a finalizar, observamos que sufre, hasta el momento, un recorte cercano al 30 por ciento. Este dato no es menor, ya que, si bien el mercado acumula en el mes de abril una utilidad cercana al 5% en términos de pesos y al 6% en términos de dólares, este avance de precios no ha sido acompañado por incremento de volumen, aun cuando podemos decir que hubo detonantes lo suficientemente importantes para que ello ocurra, como, por ejemplo, ni más ni menos que el pago a los holdouts y el fin del default.
De esta forma, lo que se observa desde lo técnico es una señal de cansancio o bien de cautela por parte del operador e inversor, ya que los precios se acercan a zona de máximos históricos, el mercado cuenta con detonantes fundamentales para romper dicha zona de máximos históricos y, sin embargo, el volumen no llega.
En relación con lo comentado, sugerimos centrar nuestra atención en la zona de máximo histórico y principal escollo de mediano y corto plazo para el índice Merval en dólares, que se ubica en torno a los 1.000-1.050 dólares. En la medida en que el índice no supere esta zona clave mencionada, sugerimos ser cautelosos desde lo operativo y saber que el mercado podría eventualmente ceder y al menos buscar recortar de manera parcial las ganancias acumuladas desde los mínimos de enero pasado. Ello implicaría tener un regreso del Merval hacia niveles de 800-750 puntos en términos de dólares o bien hacia los 1.1000-1.0500 puntos en términos de pesos, para recién desde esas instancias retomar la senda alcista y con la consistencia necesaria que permita llevar al índice hacia nuevos máximos históricos, tanto en moneda local como en moneda dura.
Sólo si el avance en curso se termina extendiendo y ante ello el mercado logra superar la zona de máximos históricos de 1.000-1.050 puntos en dólares y de 14.600 puntos en pesos, acompañado con un sustancial incremento de volumen operativo, promediando los 35-40 millones de dólares diarios, entonces podemos volver a hablar de un mercado accionario fuerte, desechar de este modo los riesgos de recortes propuestos, para proyectar un movimiento de alza importante hacia los próximos meses.