Por: Ruben Ullúa
En lo que va del presente año 2016, el dólar ha sufrido un importante ajuste en relación con las principales divisas del mundo, tanto con respecto al euro, el yen, el canadiense y, en menor medida, la libra. De hecho, el Dollar Index, que es quien mide el valor de la moneda estadounidense frente a una canasta de monedas líderes del mundo y que en un 90% está compuesta por los cruces arriba mencionados, en lo que va del año ha llegado a perder cerca del 7%, aunque dicha pérdida se ha recortado en las últimas semanas a poco menos del 5 por ciento.
Lo llamativo de este comportamiento es que se ha dado una vez más castigando consensos, en momentos en que el mundo proyectaba mayor fortaleza del dólar por posible suba en las tasas de interés de referencia por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Sin embargo, lo concreto es que, desde hace ya poco más de un año, quien se haya posicionado en dólares estadounidenses para buscar mayor fortaleza respecto a los cruces líderes, también conocidos como cruces majors, actualmente se encontraría en terreno negativo.
Desde esta misma columna, hacia comienzos de febrero pasado, en la nota que titulamos “El dólar comienza a perder fuerza”, advertíamos sobre la posibilidad de una acentuación del recorte del dólar, al menos buscando instancias de 94-93 puntos de Dollar Index en las semanas siguientes. Lo interesante es que el índice no sólo cedió hacia los niveles propuestos, sino que incluso los ha perforado hasta alcanzar mínimos de 91,9 puntos.
Sin embargo, en lo que va del presente mes de mayo, el Dollar Index ha comenzado a recuperar posiciones y es aquí donde se presenta la duda del inversor: si este avance desarrollado debemos entenderlo como una recuperación temporal de la baja previa, para que luego el dólar estadounidense continúe su recorte, o si, por el contrario, estamos en las puertas de una nueva tendencia de avance para el dólar hacia los próximos meses.
Como bien sabe el lector, el factor dólar en el mundo es un dato de relevancia, ya que impacta de manera directa principalmente contra el mercado de commodities. De hecho, no es casualidad que en los últimos meses hayamos visto mayor atracción por parte de los inversores especulativos a este mercado, al impulsar recuperaciones importantes en los precios de la mayoría de las materias primas. Por este motivo, definir cuáles son los parámetros técnicos para el dólar, a los efectos de considerar si este ha retomado o no su tendencia alcista de fondo, pasa a ser un punto clave para la toma de decisión de muchos sectores, en vistas a los próximos meses.
En relación con lo comentado, debemos decir que focalizando la atención en el corto plazo, resulta posible considerar que esta recuperación del Dollar Index iniciada en mínimos de 91,9 puntos pueda ser de carácter mayor hacia las próximas semanas y no por ello debamos considerarlo como un movimiento tendencial. En efecto, es de esperar que en las próximas semanas el proceso de recuperación en curso para el dólar intente extenderse hacia instancias de 96-96,5 puntos, o bien hacia niveles de 97-97,5 puntos. Sin embargo, creemos que, tras dicho accionar de recuperación, la baja del dólar quedaría retomada, no sólo para intentar regresar hacia niveles de 92-91,9, que fueran alcanzados días atrás, sino incluso buscando niveles más deprimidos; ello como parte de un cambio de ciclo de alcista a bajista, que intentaría recortar parcialmente todo el avance del dólar acumulado desde los mínimos del año 2008.
Si esta lectura analítica es correcta, la sugerencia es tomar cobertura de posiciones vendidas en dólares de corto plazo, a la espera de que la recuperación mayor arriba propuesta pueda materializarse. Recién luego de materializarse la recuperación mayor favorecida estaremos expectantes de armar nuevamente estrategias bajistas para la moneda estadounidense.
Vale destacar que actualmente sólo con un Dollar Index capaz de superar la zona de resistencia arriba propuesta, en torno a los 97-97,5 dólares, nuestras expectativas de baja mayor de fondo para la moneda estadunidense comenzarían a perder confianza y en tal caso nos veremos obligados a asumir un escenario de fortaleza mayor para el dólar, ya sea buscando regresar hacia máximos de 100-100,5 puntos o bien accediendo hacia niveles superiores. Dicho comportamiento implicaría esperar una debilidad del euro por debajo de los mínimos de 1,05-1,04 dólares y más cercano a niveles de paridad con la moneda estadounidense.