Por: Ruben Ullúa
El próximo 22 de noviembre, Argentina vivirá por primera vez en su historia un ballotage presidencial y lo cierto es que hay muchas expectativas por conocer quién será el próximo Presidente de los argentinos.
En términos generales, para conocer cuáles son las tendencias de los resultados, la mayoría de las personas se aferra a las encuestas, aun cuando estas no han mostrado ser muy certeras en sus resultados de las últimas elecciones. Sin embargo, desde nuestra lectura, creemos que observar el comportamiento del mercado de valores puede ser de una gran ayuda para anticiparnos, quizás, quién será el próximo Presidente de los argentinos a partir del 11 de diciembre.
En efecto, un evento muy similar al que está viviendo hoy Argentina lo vivió Brasil hace tan sólo un año, cuando las elecciones presidenciales también se definieron en un ballotage. Tal vez la principal diferencia que podemos extraer de dicho evento es que allí competía por su reelección la presidente electa Dilma Rousseff, con lo cual ya se conocía su gestión, en tanto que en esta oportunidad para el ballotage local, si bien existe un candidato oficialista, que es Daniel Scioli, sólo hay referencias de su gestión como gobernador.
Ahora, el objeto de esta nota no se trata de adivinar quién será el ganador del ballotage el próximo domingo y, por consecuencia, el próximo Presidente de los argentinos, sino inferir, a partir del comportamiento del mercado de valores, quién cree el inversor que será dicho ganador.
Como sabrá el lector, del mismo modo que el mercado financiero argentino se inclina actualmente porque el próximo Presidente de los argentinos sea Mauricio Macri, ello debido a que ha mostrado en sus respuestas a los sucesos que se han dado que es el candidato con mayor apoyo del mercado, lo mismo ocurría en Brasil con respecto a los opositores de Dilma Rousseff, Aécio Neves y Marina Silva.
Dado que quien ganó las elecciones en Brasil el pasado año fue finalmente Dilma Rousseff, queremos observar si en su comportamiento el mercado pudo anticipar dicho resultado y a partir de ello trasladar la misma observación al mercado local.
Resulta interesante repasar el comportamiento del mercado de Brasil durante el año electoral y a partir de allí deducir si el inversor en su toma de decisión pudo anticiparse a los resultados finales.
Las elecciones presidenciales en Brasil en el año 2014 fueron el 5 de octubre. Entre el mes de marzo del año 2014 y el mes de septiembre del mismo año la Bolsa de Brasil había tenido un importante movimiento de recuperación, que entre otras cosas estaba impulsado por las expectativas de un cambio de bandera en el próximo Gobierno. Es así que el Índice Bovespa pasó en ese período de niveles de 45 mil puntos a máximos de 62.200 puntos. Sin embargo, un mes antes de las elecciones presidenciales, el mercado comenzó a ceder, de algún modo como avizorando que la lectura que estuvo haciendo los meses previos sobre el posible ganador de las elecciones presidenciales no había sido del todo correcta, con lo cual a tan sólo un mes de las elecciones la Bolsa de Brasil perdió un 15% de su valor. Daba muestra así de que el inversor había perdido algo de confianza de los resultados que se obtendrían de dicha elección. Finalmente, el resultado de la elección del 5 de octubre fue que Dilma Rousseff iría a ballotage con Aécio Neves tan sólo tres semanas más tarde.
Ante dicho resultado, el mercado de Brasil inició la semana operativa mucho más motivado y en sólo dos sesiones logró recuperarse poco más del 10%. Sin embargo, desde entonces una vez más perdió fuerza compradora y los precios terminaron revirtiendo nuevamente a la baja. No sólo regresaron hacia los niveles que se encontraba previo a las elecciones, sino incluso por debajo de ellos, como avizorando que el nuevo Presidente de Brasil no sería el esperado por ellos, en este caso Aécio Neves, sino que Dilma Rousseff sería reelecta.
En conclusión, a pesar del rally practicado por el mercado hasta dos meses antes de las elecciones, confiando en un escenario de cambio, finamente este vio que ello no ocurriría y de algún modo, con la baja desarrollada en los últimos dos meses, anticipó que Dilma Rousseff sería reelecta.
Veamos entonces cuál ha sido la lectura de los inversores argentinos al desarrollo del año electoral, intentando a partir de ello conocer finalmente sus expectativas y así saber, según el mercado, el posible ganador del ballotage del próximo 22 de noviembre.
En este sentido, veremos que tras un inicio de año muy positivo para el mercado, que llevó el índice Merval hacia instancias de máximos históricos en los 12.600 puntos, confiando en esa oportunidad que sería un año de cambio político, a diferencia de lo ocurrido en Brasil, que cinco meses antes a las elecciones el mercado desarrolló un importante avance, en este caso, a lo largo del año, las expectativas de cambio que tenía el mercado se fueron erosionando y así entre abril-mayo y finales de septiembre pasado se observó un importante recorte en las cotizaciones que llevó el Merval desde los máximos históricos de 12.600 puntos hasta niveles mínimos de 8.600 puntos.
A pesar de este desarrollo bajista observado, que por cierto no sólo cambió el humor de los participantes, sino también las expectativas de muchos inversores sobre quién sería el próximo Presidente de los argentinos, justamente un mes antes a las elecciones presidenciales del pasado 25 de octubre, al igual que ocurrió en Brasil, el mercado argentino revirtió su tendencia y en este caso comenzó a recuperar posiciones, creciendo en ese período ni más ni menos que un 30%, como avizorando que el cambio político que veía a comienzos de año aún era posible.
Así fue que se conocieron los resultados del pasado 25 de octubre, Argentina iría por primera vez en su historia a un ballotage y el mercado festejó la noticia los días siguientes. En ese momento, muchos alertaban que en Brasil había ocurrido algo similar. Sin embargo, luego el mercado había terminado revirtiendo a la baja, como entendiendo que Dilma Rousseff sería finalmente reelecta. A pesar de ello, como hemos visto en las últimas semanas, el avance del mercado argentino tras conocerse la noticia de ballotage no sólo festejó dicha noticias por un par de jornadas, sino que a lo largo de las últimas semanas ha venido consolidando su tendencia ascendente, incluso colocando el índice Merval y muchas acciones en niveles de máximos históricos.
En conclusión, ¿podemos decir entonces que del mismo modo que los inversores en Brasil anticiparon con bajas de mercado, dos meses antes al ballotage, que no habría cambios en la bandera de Gobierno y que Dilma Rousseff sería Presidente reelecta en ese país, hoy el inversor argentino, haciendo subir el mercado, sí ve posibilidades concretas de cambio en la bandera política? ¿Será el mercado financiero un mejor barómetro del resultado eleccionario que el que se refleja en las encuestas?