Por: Yamil Santoro
¿Que traen de nuevo? Son dos partidos que plantean redefinir las reglas de juego de la política convencional. Sin importar lo que vayas a votar este 27 de octubre para senadores y para diputados, estas dos alternativas merecen una especial consideración para Legisladores de la CABA. Veremos también si sus propuestas son contradictorias o complementarias.
Por un lado el Partido Liberal Libertario (o PL), que nos invita a dudar del Estado como algo virtuoso en sí. Esto lleva a reflexionar sobre los efectos de las políticas públicas y cuestiona la utilidad y la moralidad de las decisiones que impliquen conceder privilegios, desde el Estado, a cualquier sector. Liberalismo desde una perspectiva jamás abordada en el país.
Por otro lado tenemos al Partido de la Red (o PdR), que inaugura un nuevo formato de partido político cuyo eje está en el método en vez de estar en las ideologías o en la búsqueda de poder como un fin en sí mismo. Es un partido sin respuestas a priori.
Su novedad radica en ofrecer una plataforma (Democracia OS) que nos permita participar en la toma de decisiones gubernamentales. El proyecto propone ubicar un legislador que estará obligado a votar lo que decida “la red” (cualquier ciudadano podrá votar allí tras un simple trámite). Es esencialmente un proyecto centrado en la lógica mayoritaria.
El PL es una fuerza contramayoritaria que busca actuar como límite del accionar del Estado y las mayorías sobre los individuos defendiendo aquellas cosas que por lo general ninguno se ocuparía de reclamar dado que le resultaría muy caro adoptar tal posición.
En la práctica, el PdR ofrece superar la visión estanca de la democracia tradicional en la que uno otorga su voto de confianza a cierta lista de representantes y luego se limita a ver la política por TV. Busca traer una lógica 2.0 al sistema representativo dándonos la posibilidad ser parte de los procesos de toma de decisiones los 365 días del año y restringe fuertemente el efecto mágico de las valijas sobre la corporación política.
Por más que el PL no vaya a lograr en principio las mayorías necesarias para impulsar ciertas reformas está claro que desde una banca promoverán una ampliación del debate y servirán de límite al resto de los políticos obligándolos a mejorar sus argumentos o revisar posiciones. El PL será lo más cercano a tener a un juez dentro de la Legislatura que falle conforme a cierto sistema de principios sobre la validez o no de cada norma.
El PdR plantea una superación del sistema representativo permitiendo una democracia participativa, ampliando los mecanismos de interacción y con una esperable tendencia a una mayor exigencia en relación a la transparencia.
El PL difícilmente cuente con grandes apoyos por parte de la corporación política y los círculos de poder tradicionales por buscar limitar los beneficios que reparte el sistema político.
¿Por qué se paran en veredas opuestas si el PdR plantea una reforma metodológica y el PL busca reflotar la voz liberal en el debate público?
Ambos buscan redefinir la lógica del poder actual: uno plantea aumentar los límites y defender la Constitución desde una perspectiva liberal y el otro busca disminuir la autonomía de la corporación política. Unos ponen barreras de contención, los otros limitan la cantidad de nafta que le dan a los políticos. Naturalmente ambos tienen sus limitaciones y puntos criticables pero confío en que suman algo sumamente valioso al sistema.
Más allá de que ambos apuestan a ocupar una banca, ¿son contradictorios los planteos? Sospecho que los malentendidos parten de que hablan en lenguajes diferentes, que se rigen por lógicas diferentes y apuntan a reformar dos aspectos diferentes del sistema. Es esperable y deseable que pasadas las elecciones haya un acercamiento entre ambas fuerzas.
Este 27 de octubre, si tenés que elegir entre el Partido Liberal Libertario o el Partido de la Red: ¿A cuál elegís? ¿Por qué? “Elegir ser Libre” o que “entremos todos a la Legislatura”, ésa es la elección.